miércoles, diciembre 12, 2007

ASUETO: Puente desde Guadalupe hasta Reyes pasando por Navidad

boomp3.com
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Los "puentes" son una especialidad mexicana y yo me siento muy mexicano.
No siempre resultan como se desea pero los hago con singular enjundia.
Me voy a recluir lejos de lo urbano y lejos de la tecnología hasta el 13 de Enero.
Así que, queridas y queridos, seguramente se me presentará un síndrome de abstinencia con enorme deseo de volverlos a leer.



La otra abstinencia hace estragos en mí

POQbum .com Graphics
Deseo para ustedes tranquilidad salpicada de gozos y dejo
dos lindas piezas: "La Belleza" de Luis Eduardo Aute e "Invierno" de Vivaldi

miércoles, diciembre 05, 2007

EL MITO PODEROSO: GUADALUPE


Se aproxima otro 12 de Diciembre. Todos los mexicanos, en todo el país, recibimos un recordatorio cotidiano desde un mes antes de la fecha.


El pueblo organiza peregrinaciones que, desde sus, barrios, colonias ó estados se dirigen a algún santuario dedicado a la Virgen de Guadalupe recorriendo largas distancias y, de preferencia, para hacer sentir su fe, por las avenidas mas congestionadas por vehículos.
El fenómeno se ve en Monterrey y en cualquier parte del país. Además, en una expresión de internacionalismo surrealista, en Los Ángeles, Chicago, Houston y similares.

Hasta Roma gozó recientemente de un grupo de “matachinas güeritas” de Monterrey, aderezadas con bolsos “Prada” que bailaron “aztecamente” en la consagración del nuevo Cardenal de nuestra ciudad.


Por supuesto que el piadoso y mortificante espectáculo es impactante en “El Ombligo del Mundo”, Tenochtitlán. Quienquiera que desee presenciar la enorme fuerza de la fe debiera tener como meta, como los musulmanes, al menos una vez en su vida acudir por estas fechas a la Meca guadalupana: la Basílica del Tepeyac, centro indiscutible e indisputado del culto . Ahí, alrededor de un pequeño lienzo de aprox. 2 metros de largo por uno de ancho, se exhibe una imagen que millones de personas creen que se plasmó, manus divinae, sobre un ayate (especie de manto náhuatl, tejido en fibras de maguey que, a manera de burdo camisón, protegía del frío a los indígenas mexicanos).

En Monterrey, el Santuario de Guadalupe, imán místico, recibe marchas provenientes de cualquier punto de la extensa zona metropolitana. Precedidos por alguna Pick Up llena de ofrendas florales para “la morenita”, danzan los infaltables “matachines”, continuamente, al ritmo de tamborcillos y flautas pretendidamente prehispánicas, con vestimentas eclécticas (Jeans, tennis, taparrabos, penachos de plumas y, quizá en memoria, sin recuerdo, del comercio de Cortés, espejitos pegados en el tocado) Los matachines son grupos profesionales que los organizadores de la procesión contratan. Tras ellos marchan los fieles propiamente dichos. Uno de ellos, casi siempre mujer, porta un altavoz con el que dirige los rezos y los plañideros y melancólicos cantos rituales:

Desde el cielo una hermosa mañaaaana, (bis)
la Guadalupana, (bis)
la Guadalupana bajó al Teeeepeyac (bis)
Junto al cerro pasaba Juan Diego (bis)
y acercóse luego, (bis)
y acercóse luego al oír cantaaaaar.
Juan Dieguito, la Virgen le dijo (bis)
éste cerro elijo, (bis)
éste cerro elijo, para hacer mi Altaaaaar (bis)

Alternada, sin tregua, con el canto monótono, pegadizo, favorecedor de trances devotos por descerebración causada por la repetición y el agotamiento:

La Virgen de Guadaluuuupe
Claro sol del Tepeyaaaac,
Es el amor de mi almaaaa
Desde que yo supe amaaaar,
Ella en mi niñeeeez,
Mi cuna mecioooooó
Por eso desde niñoooo,
Siempre la quise yooooo.

Todos en la élite sabemos, con mayor ó menor información, que “la morenita del tepeyac” es una creación que ha rebasado a sus autores. Todos guardamos silencio ó confesamos en voz baja, en díadas y nunca en grupo, que no creemos en nada parecido a divinidad en relación a La Virgen de Guadalupe y, de pasada, mucho menos en Juan Dieguito, Santo forzado por el difunto Juan Pablo II, a pesar de la ausencia absoluta de evidencias sobre su existencia histórica y de la opinión en contra del silenciado Abad Shulemburg.
He mantenido la opinión de que la élite del país, de la que se forma parte con solo tener acceso a internet, aunque Slim ó Azcárraga nos vean como nacos con aspiración a ser alpinistas sociales -¡cierto!-, utiliza varios mitos para mantener sus privilegios, desde los tiempos de los criollos indignados por ser tratados como “segundones” por los “gachupines”, hasta ahora, en que el adjetivo “criollo” ha mutado en un proceso darwiniano a algo ligeramente intangible y elusivo como “CEO” que, por supuesto, solo la verdadera élite entiende.
El poderoso Mito ha tenido derivaciones complejas y no se deja explicar simplemente por la mala leche de unos perversos manipuladores de la gente. En cierto sentido el personaje nos ha rebasado a todos pero, insisto, los mas “vivales” le sacan mayor provecho. La utilización del fenómeno pudiera explicarse en parte si recurrimos a una analogía simplona:
Por supuesto que es absurdo creer que Bush y la élite gringa planearon los avionazos contra las Torres Gemelas pero es difícil dudar de que le han sacado un enorme provecho a los acontecimientos.
El inglés David Brading, autor de varios libros sobre la guadalupana narra que en una cena con historiadores e intelectuales mexicanos, un escritor francés quiso hacer una encuesta de sobremesa preguntándoles si creían ó no en la historicidad del asunto. Se sorprendió cuando todos “en el límite de la cortesía”, se negaron a responderle. Narra también que Edmundo O’Gorman, convencido antiaparicionista, retardó publicar un libro sobre el asunto (Destierro de sombras, 1986) para no herir la devoción de su abuela.
Nos pasa a todos.
Los testimonios y evidencias irrefutables sobre la manufactura terrenal de la imagen han sido publicados en medios de circulación selectiva (Ixtus, Proceso) pero, contra lo que pudiera pensarse, se hace una “conspiración de silencio”, que se opone a la profundización y generalización del conocimiento sobre el asunto. Pareciera que se teme la vieja sensación de impotencia, desvalimiento y destrucción de identidad que deben haber experimentado tanto nuestros ancestros indígenas como nuestros ancestros criollos y que vino a ser paliada en el siglo XVII con la estimulación de la religiosidad unificadora: el guadalupanismo.

No queremos aceptar la genealogía extremeña de la Virgen de Guadalupe

No queremos saber que no hay tal cosa como un ayate de maguey como lienzo sino una tela muy parecida a la que se usaba en los velámenes marinos de aquellos tiempos.

Nos negamos a aceptar que la pintura se ha descascarado y deteriorado requiriendo múltiples retoques y reparaciones mayores a lo largo de los años.

Nos negamos a darle crédito a los expertos restauradores que han descrito sin dudar los pigmentos naturales usados para pintar a nuestra morenita.

Siempre ha estado la información de que en 1556, durante la investigación ordenada por el Segundo Arzobispo de México, tres testigos aseguraron que la imagen fue pintada por un talentoso indio llamado Marcos Aquino (Mencionado, incluso, por Bernal Díaz del Castillo en su "Verdadera.....".

La tecnología vino a ratificar inesperadamente, en 1999, con la utilización de filtros para los espectros ultravioletas e infrarrojos, que en el lienzo hay tres imágenes superpuestas y que la mas antigua, copia de la guadalupana extremeña, tiene la firma M.A. y grabado el año “1,556”.

El costo de Re-Negar las realidades y las verdades es muy alto: nos infantiliza. Me recuerda el azoro de Ikram Antaki cuando concluyó que el pensamiento aristotélico, esto es, el cultivo de la razón y la búsqueda de la verdad a través del análisis de las cosas, estaba desterrado de la cultura mexicana.

Me debo preguntar si, a lo O’Gorman, pude escribir todo esto porque mis guadalupanísimos padre y madre ya están en OFF . La respuesta a preguntas como esa nos debiera conectar a la masa en que existe, sin duda, la “Virgencita del Tepeyac”.

Fuentes internéticas:

'Miraculous' Image of Guadalupe, de Joe Nickell, en:
Skeptical Briefs newsletter : June 2002

Hemeroteca On Line de la Revista Proceso
http://www.proceso.com.mx/proceso/hemeroteca_interior.html?aid=13334n19.rtf

Vera, Rodrigo, 2002: “Un restaurador de la guadalupana expone detalles técnicos que desmitifican a la imagen”. Revista Proceso, N° 1343, pp 17-18

Adams, David, 2002: El Papa extiende su mano a México: con el nombramiento del primer santo indígena, el pontífice espera refrenar pérdida de seguidores.St. Petersburg Times.

Romero Puga, Juan Carlos: DE LA CANONIZACIÓN DE JUAN DIEGO A EL CRIMEN DE EL PADRE AMARO:LOS USOS Y ABUSOS

Brading, D.A.: La Virgen de Guadalupe: imagen y tradición.
por Christopher Domínguez Michael

Hernández, Jesús: José Luis Montecillos versus La Virgen de Guadalupe
Tomado de
www.luxdomini.com
Sección de Investigación Documental sobre la Virgen de Guadalupe

Barrera Enderle, Víctor: LA FUGA COMO ARTE ESCRITURAL:EL GRAFOCENTRISMO EN LAS MEMORIAS DE FRAY SERVANDO TERESA DE MIER

Manzoti, Celina: Alfonso Reyes, lector de Fray Servando .
Universidad de Buenos Aires






Nolan, T. Richard(website editor): FRAUDULENT SAINT

domingo, diciembre 02, 2007

Y TÚ ¿QUÉ LE DIRÍAS?

Dull tiene talento para amasar palabras.
Lo conocí como se conoce la gente por acá, por su mente, por lo que ella produce.
Es un artista y, como sabemos, los artistas resisten cualquier pronóstico.
Está, intenso, con sus dioses muertos. Desaparece de pronto, envuelto en ellos.
Pero admiro el talento desde pequeño, cuando accidentalmente cayó en mis manos la primera lectura monumental, "Crimen y Castigo" y la obra me hizo interesarme en la cabeza que la produjo. Imposible definirla. La humanidad completa está en la cabeza de estos seres.
Así me parece, preliminarmente, Dull.
Sus poemas me fascinaron. No sé juzgar la técnica pero, sus palabras, en acomodo y elección, no dejan indifirente al receptor.... "Naufragio", "Alas Negras"...léelos.

Resulta que ayer ó alrededor, leí prosa novelada de Dull: "Texas Road". La despersonalización que todos los fronterizos vamos asumiendo, cada día, ante la muerte, ante los cuerpos torturados, "encobijados" que, anónimos, aparecen en nuestras calles, ante el asesinato de la ternura y de la compasión, es retada en el escrito de Dull. Pone personas en el proceso de la destrucción, fría, crudamente.

Leyéndolo evoqué la muerte negada, la carroña de la que retiramos la vista, la hipocresía de la limosna. Evoqué a Gottfried Benn, necropoeta alemán, evoqué penectomizados y evoqué una foto tomada en 1993, en Sudán, por Kevin (como el nombre de uno de los personajes de Dull) Carter. La colocaré en seguida aunque sé que es hiperconocida. Al fín, como decía Aristarco, "Un río nunca es el mismo"

A Carter le premiaron con el Pulitzer de 1994.

Por unos meses, a Kevin Carter le persiguió una pregunta repetida:


¿Qué hiciste para ayudar a la niña?

Le persiguió una descripción atroz: "Había dos buitres alrededor de la niña"

Murió, suicidado, al poco tiempo, a los 33 años de edad. En su "Troca" roja, con una manguera de riego enchufada al mofle y metida en la cabina.

Dejó una nota de despedida. No menciona la foto.
En homenaje a "Texas Road", para recuperar muertos y hacer necropsias, la pongo aquí.

post-scriptum: Abrí el procesador de textos hace unos minutos y, como acostumbro, mientras escribo, elegí de la música que tengo en el blog. Titubeé pero, finalmente, puse en marcha a Louis Armstrong -¡que maravilla omnipotente!- y me quedé "ido" ante el contraste de dos personajes que, casualmente, quedaron frente a frente, representando la Vida y la Muerte.