viernes, junio 29, 2007

LLUVIA EN MONTERREY

Llovió espectacularmente en Monterrey.
El agua restregó minuciosamente el sucio edredón atmosférico que cubre la ciudad y sorprendentemente, el aire purificado se siente extraño.
Es que hace tanto que no lo había.
Saldré ahora mismo a intoxicarme con él y si resulta demasiado puro alternaré con unas cuantas bocanadas tomadas directamente del escape de un auto.

Anexo del 13 de Agosto del 2007:
En este preciso momento (24 hs), llueve y además, maravillosamente, hay una espectacular tormenta eléctrica. Saldré con la esperanza de captar en foto alguna de las espectaculares centellas que parecen estar desgarrando el cielo.

miércoles, junio 27, 2007

Retomo mi obsesión. MORAL: ¿ÁRBOL QUE DÁ MORAS?

"Es en México donde la podredumbre más grande está cubierta por formas pseudodemocráticas de convivencia." Ernesto "Che" Guevara

Nunca, en toda nuestra historia como sociedad, nos habíamos aproximado tanto a la democracia y a la libertad como en los últimos 18 años. Estamos en una primera edición de libertad de expresión y una fuerte tendencia hacia la tolerancia de la diversidad y el respeto a los derechos humanos. Pero es apenas un esbozo.
Contínuamente se amenaza el ensayo democrático: Impunidad de los delincuentes poderosos, ya sean estos los violentos narcotraficantes ó los cínicos delincuentes de “cuello blanco”; Corrupción ubicua en todos los niveles del interaccionar social; Fuerte oposición de la élite política y empresarial a los cambios en nuestro perverso sistema de “impartición de justicia”; Grandes masas de población atraídas por políticos regresivos, caudillistas, que ofrecen, falsamente, combatir la inequidad. Ataque contínuo a la única institución garante de la democracia formal (Instituto Federal Electoral).

La raíz de la amenaza a la democracia, libertad y respeto a los derechos humanos está anclada en nuestra cultura. Es la aceptación generalizada de lo que, a reserva de mejor título, he llamado “Principio Absolutista”

He sostenido que este rasgo cultural determina que todos ó, al menos la mayor parte de los mexicanos, aceptemos y veamos como algo “natural”, “normal” e incluso, “deseable” el que se ejerza la fuerza, el dominio y la imposición extralegales para solucionar todo tipo de rebeldía, desde las rebeldías que se producen en la dinámica familiar hasta las del ámbito social. Este rasgo fue confirmado por la encuesta de Transparencia Internacional que muestra que una porción significativa de la población mexicana simpatiza con el ejercicio autocrático del poder.

¿Cuál es la forma en que se instala tal rasgo en los individuos de una sociedad?, ¿Cuál es su origen?, ¿Cómo puede permear a través de las generaciones?.
Empiezo con narrativa de hechos.

AUTOCRACIAS UBICUAS: VIÑETAS

I.- HACE 500 AÑOS
Después de sahumarlo con copal para eliminar impurezas indeseables para Huitzilopochtli, el hombre era recostado sobre la piedra de los sacrificios. Cada extremidad era firmemente sujetada por un sacerdote. Con un cuchillo de sílex, porque los de obsidiana se quebraban, otro abría la zona entre tórax y abdómen y metía la mano hasta atrapar el cálido y palpitante corazón y lo arrancaba. Una vez mostrado a la Nobleza Náhuatl y a la multitud en la explanada, el órgano era incinerado en un brasero en el que tenía que ser reducido a cenizas. Inmediatamente se le cortaban la cabeza y las extremidades al cadáver. La primera era hervida con cal hasta obtener la blanca calavera que se acomodaba junto a las miles que ya estaban en exhibición. Los brazos y piernas se distribuían entre la clase alta náhuatl para ser comidos. El tronco se destinaba a alimentar las fieras del magnífico zoológico de Moctezuma.

II.- HACE 477 AÑOS
Habiendo algunos heridos entre los españoles en la batalla de Cempoala, Cortés ordenó que se hirvieran los tejidos del abdómen de un indio gordo muerto en la batalla para obtener “unto” –manteca- y así “curar” las heridas. Años después, en el Juicio que se le siguió a Cortés, un testigo afirmó que en la casa de Coyoacán, donde el capitán vivió con Marina, había visto dos o tres indios ahorcados porque se le habían insinuado a ella. En el mismo juicio se interrogó a Cortés sobre la declaración de gente de servicio de que él había asesinado a su primera esposa española, Catalina Suárez porque ésta le celaba las varias amantes indias.
Además de Marina, Cortés estaba “amancebado” con otras dos mujeres de la nobleza Náhuatl, una de ellas era Tecuichpo, hija de Moctezuma. Una hija que procreó con ella dio origen al linaje de los actuales Condes-Duques Moctezuma en España.
Por contraste, Don Carlos, cacique descendiente de los reyes de Texcoco, fue condenado a la hoguera por el tribunal de la inquisición por estar amancebado con 4 mujeres.

III.- HACE 30 AÑOS
Hubo un político mexicano que llegó a ser tan poderoso en su territorio –San Luis Potosí- que, seguro de que nada podría debilitarlo, llegó a ese nivel de sinceridad que en los inmorales se tendría que llamar cinismo. Alguna vez se le preguntó si sabía lo que era la moral y respondió: Moral es un árbol que dá moras.
El político de marras era el “Genaral” “Don” Gonzalo N. Santos.
Santos fue famoso también porque cuando surgía algún opositor a su cacicazgo ordenaba que se lo llevaran a sus oficinas y le decía, con sonrisa siniestra: “Mire, mi amigo, le voy a ofrecer tres ‘hierros’ y usted, en total libertad, eligirá el que desee: destierro, encierro ó entierro”.
En sus memorias se jacta de poder dormir “perfectamente bién” a pesar de ser responsable, directa ó indirectamente, de decenas de muertes. Murió de viejo, plácidamente, en su cama.

IV.- HACE 24 AÑOS
En los sótanos de la policía en el DF, se encontraba detenido un hombre que había violado y matado a una niña. Acompañado del padre de la pequeña baja hasta el lugar el Comandante Sahagún Baca y ya frente al asesino, saca la pistola y se la ofrece al padre para que se hiciera justicia por propia mano. El padre en su confusión o su inocencia no supo qué hacer. Entonces el comandante apuntó su pistola y mató con especial placer -dice el testigo- al violador y asesino. Después, tranquilamente y aun con cierta ternura sacó unos billetes y le dijo al padre: "ahora vete a tu casa a llorar a tu muertita".( Episodio narrado por el escritor Ricardo Garibay. Dice que se lo narró un testigo presencial).
Sahagún era lugarteniente del Negro Durazo y este fue nombrado General (sin haber tenido ninguna historia militar ) por López Portillo, quién, a su vez, casi delirantemente había expandido su narcisismo hasta considerarse Quetzalcóatl.

V.- HACE 8 AÑOS:
En 1986 el gobierno mexicano firmó la Convención de la ONU contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes.
En 1998 el Comité determina que la tortura es sistemáticamente practicada en México. Menciona 394 casos de tortura documentados. El gobierno protesta diciendo que “no es sistemático y que son casos aislados”
Solo hasta el 2001 el gobierno autorizó visita de indagación de la Comisión Internacional contra la tortura. De su informe extraigo un caso ejemplar:
“Rodolfo Montiel fue detenido el 2 de mayo de 1999. Fue arrojado al suelo, golpeado, amenazado de ejecución y arrastrado por los cabellos. Atado de piés y manos fue forzado a permanecer acostado boca abajo durante varias horas. Después le vendaron los ojos y empezó el interrogatorio para que confesara delitos. Un torturador le jalaba la cabeza hacia atrás forzándole la mandíbula. Otro se paró sobre sus hombros mientras un tercero le golpeaba el abdómen. Sus testículos fueron jalados repetidamente lo que lo hizo perder el conocimiento varias veces. Lo despertaban rociándole agua y aprovechando la humedad para inflingirle choques eléctricos. Rodolfo confesó cualquier cosa. A pesar de dictámen de tortura de dos médicos legistas de Human Watch, el Juez Quinto Penal condenó a Rodolfo a 6 años ocho meses de prisión. En apelación otro juez confirmó la sentencia y un Tribunal Unitario de distrito la reconfirmo en Julio del 2001. Por decreto del Presidente Fox fue liberado en Noviembre del 2001."

VI.- AYER
Carmina (nombre ficticio) está desesperada. Después de 25 años de casada decidió iniciar el proceso de divorcio porque “mis hijos ya crecieron” y “ya no estaba dispuesta a tolerar más las infidelidades y perversiones sexuales de mi marido”.
El esposo ha amasado una fortuna considerable y tiene muchas propiedades urbanas. Como el contrato matrimonial se hizo bajo la figura de Sociedad Conyugal, Carmina creyó lo que la Ley dice: En caso de divorcio los bienes formados durante el matrimonio se repartirán al 50%.
Cuatro años después, con el “apoyo” de tres abogados diferentes, habiendo pasado por careos múltiples y dos jueces diferentes no ha recibido ni un peso. Para sobrevivir durante ese tiempo vendió todas sus posesiones. Sabe que su marido ha dado dinero en todos los niveles de nuestro sistema de “impartición de justicia” y la impotencia, miseria y sensación de ineptitud finalmente la condujeron a una profundísima depresión. Tiene ideas suicidas persistentes.

VI.- EN CURSO
En Abril del 2005 Lydia Cacho publicó el libro “Los demonios del edén: el poder que protege a la pornografía infantil”, en el texto, Cacho denuncia que Jean Succar Kuri es la cabeza de una banda dedicada a la pornografía y la prostitución infantil. Señala como implicados a diversos personajes, Kamel Nacif uno de ellos. Nacif levanta una denuncia penal contra Cacho en Puebla., algo ilógico si consideramos que la periodista ni publicó ahí, ni vivía ahí pero, poco después se evidenció que la lógica implícita era la de los privilegios de la élite y los usufructuarios del poder: Nacif y el Gobernador del Estado, Mario Marín resultaron ser, de acuerdo a la evidencia posterior, amigos, y/ó compinches.
Con una celeridad inusual, Cacho fue aprehendida en Cancún por policías poblanos y trasladada a la cárcel en ese estado. Marín dio la orden de que se diera un “buen coscorrón a la pinche vieja esa” e instrucciones para que la colocaran en situación de maltrato y violación (de acuerdo a las grabaciones).
Transcribo una parte de las sórdidas conversaciones entre Marín y Nacif:

Después de ser enlazados por una secretaria se escucha:

-Quiúbole, Kamel.
-Mi gober precioso.
-Mi héroe, chingao.
-No, tú eres el héroe de esta película, papá.
-Pues ya ayer le acabé de darle un pinche coscorrón a esta vieja cabrona. Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad y quien comete un delito se llama delincuente.
Y que no se quiera hacer la víctima y no quiera estar aprovechando para hacerse publicidad.
Ya le mandé un mensaje a ver cómo nos contesta. Pero es que nos ha estado jode y jode, así que se lleve su coscorrón y que aprendan otros y otras.
-Ya sé, y es que estos cabrones siguen sacando mamadas y mamadas. Pero yo hice una declaración.
Fui a la televisión.
-Ah, qué bueno. ¿Allá en México o acá en Puebla?
-Aquí, pero dijeron que la iban a mandar allá. Salió aquí. Y yo en el Milenio le dije, si lo quieres leer, le dije, pus al señor gobernador no le tembló la mano.
-Ni nos tiembla ni nos temblará.
-Pinche bola de ratas. ¿Qué han hecho? Qué asquerosidad es esto, ¿eh?
-No, se sienten Dios en el poder.
-Así es. Yo te hablé para darte las gracias. Sé que te metí en un problema pero...
-No'mbre, a mí me gustan esos temas. Coincido contigo en que, jijos de la chingada, en esos temas... digo... no somos santos, desde luego, pero si alguien tiene pruebas que las presente.
Y si no que se calle la boca.
-Oye, pero en algo tan vergonzoso, mi distinguido. Porque es vergonzoso.
-Así es.
-Y yo para darte las gracias te tengo aquí una botella bellísima de un coñac que no sé adónde te la mando.
-Pues a Casa Puebla.
-Yo te la quería dar personalmente, pero estás todo ocupado.
-Mándamela a Casa Aguayo, para echármela.
-¿Te la vas a echar? Pues entonces te voy a mandar dos, no una. Dos años han pasado.

VERGONZANTE PARA TODOS NOSOTROS

Marín y Nacif probablemente siguen disfrutando de sus “bellísimas botellas” en la más descarada impunidad.

Seguiré

domingo, junio 17, 2007

ME ALCANZÓ MEME

La bella Carolina, en uno de esos saltos espectaculares que permite el ciberespacio, desde Misiones, Argentina, hasta Monterrey, México, me invitó a participar en una cadena peligrosísima porque incluye el compartir 8 cosas 8, personales con la blogósfera.
Ya, Bugman, filoso bonaerense, en su espacio “Los Sin-logismos de Bugman” advierte acuciosamente de los peligros implícitos para quienes participen.
Hace semanas veía la proliferación del “meme” pero la instrucción era compartir la página 123 del libro que se estuviera leyendo.
¿A dónde iremos a parar?
Debido a mi glotonería y gusto por la cocina me gustaría que se iniciara una cadena en la que cada individuo e individua compartiera las cuatro recetas más prácticas y sabrosas que conociera (lo de individua se lee y oye cacoléxico y cacofónico, respectivamente, pero no puedo evitar el efecto Fox).

Pero basta! Cuanta disgregación. Mente a la obra, las reglas transmitidas por Caro son:

1.-Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo.
2.-Además de las 8 cosas tiene que escribir en su blog las reglas.
3.-Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres/blogs.
4.-Por supuesto, no hay que olvidar dejarles en un comentario, que han sido seleccionados para este juego.

Mis ocho cosas:

1.- Me fascinan las hormigas desde mi más tierna infancia hasta la fecha. Puedo observarlas por horas ejecutando diligentemente la tarea que el destino genético les ha encomendado y del que no se separan un ápice (He pensado que las hormigas y los japoneses deben compartir cierto ADN).
Las obreras en su búsqueda y acarreo incansable de material orgánico.
Alguna vez pude ver un ejemplo de CI (Coeficiente Intelectual) probablemente más alto que el mío en una hormiga que transportaba una ramita verde y se topó con un escollo al parecer infranqueable: Una grieta en el piso.
El rojo insecto dejó la rama, exploró el abismo, dio varias vueltas y decidió – si…créanme, DECIDIÓ- que la ramita era un excelente puente. La colocó con habilidad increíble sobre el foso, pasó sobre ella y, probablemente con una sonrisa – esta no me consta pero yo hubiera reído como loco- la tomó del otro lado y siguió su camino.

2.- Paradójicamente, no siento ninguna atracción por las culturas asiáticas. Si fuera absolutamente imprescindible emigrar de México, colocaría como última opción a China, Vietnam, Tailandia, Corea ó Japón. Seguramente esto habla mal de mí pero no me importa. Tengo por tarea encontrar los motivos pero nunca la he llevado a cabo. Solo sé que no es racismo porque no siento la mínima animadversión hacia ningún asiático.

3.- Cada día más senecto, me voy desexualizando progresivamente y debo confesar que no añoro las “tormentas eróticas” que todavía hace pocos años me hacían tomar decisiones guiadas más por la hormona que por la neurona. Puedo asegurar que en este momento, si alguna improbable divinidad me ofreciera restituir a su antigua potencia el impulso sexual, con gusto se lo cambiaría por buenos riñones, buen hígado, buenos pulmones y, al menos, mantener la dudosa calidad de mis conexiones neuronales. Todo ello para seguir conversando, bebiendo mis cervezas y tequila y fumando.

4.- Confieso mi irracional y absurda atracción por mujeres muy blancas y rubias. Absurda si tomamos en cuenta que soy prieto. Debo tener algún gen de Moctezuma ya que, como describo en el post correspondiente, el emperador azteca se sintió fascinado por Cortés y por el rubio Pedro de Alvarado.

5.- Nunca he podido terminar de leer ningún libro “edificante”. Og Mandino, Carlos Cuauhtémoc Sánchez, “I’m Okay, You’re Okay”, y todas las variantes de “caldo de pollo para el alma” verdaderamente son inalcanzables para mi. Me he propuesto terminar alguno pero….me pongo a ver hormigas, me duermo inopinadamente ó mantengo el libro abierto ante mis ojos y media hora después me doy cuenta que estoy pensando en alguna receta de cocina espectacular que prepararé el fin de semana.

6.- Me encantan la lluvia y el frío. Verdaderamente debo tener un serio problema en mi identidad. Es algo parecido a que me gusten las rubias estando rodeado de morenas.
Nací, crecí y vivo en una región árida, reseca, excesivamente asoleada y calurosa y es precisamente por eso que los pocos días de lluvia y frío me parecen extraordinariamente deliciosos. Todavía, a pesar de mi envejecimiento y de que en invierno se llega a temperaturas cercanas a cero centígrado, nunca me he comprado un chaquetón ó abrigo.
Estoy casi seguro que de no existir los aparatos enfriadores del medio ambiente ó de los coches hubiera emigrado a Zacatecas ó Toluca.

7.- No me gusta conversar por teléfono. A pesar de diversas presiones familiares y profesionales me he negado a tener un teléfono celular porque me parece horripilante el que aún en las actividades más íntimas (actualmente lo más íntimo que tengo son las funciones excretoras) se pueda tener el apremio de una conversación.

8.- Detesto a los políticos y me niego, cuanto puedo, a saludarlos ó conversar con ellos. Las pocas ocasiones en que he tenido que hacerlo consigo rápidamente que no tengan interés en hablar conmigo. Sin embargo, sé que son una subespecie inevitable en la vida social. Siempre voto y, aunque me gustaría votar “por el mejor”, los lamentables partidos políticos nacionales siempre me han puesto ante la disyuntiva de votar por “el menos peor”.
En las últimas elecciones municipales el PRI nos ofreció como candidato a un mafioso vuelto multimillonario en la política y el PAN, probablemente en un reflejo de su dirigencia, nos colocó a un idiota. Debo ser idiota porque, puesto a elegir, voté por éste.
En las últimas elecciones federales el PRI (parece que los asesora “El Chapo Guzmán”) puso como candidato a otro mafioso; el PRD puso a un demagogo astuto, autócrata con vocación caudillista tipo Emiliano Zapata. Probablemente hubiera sido buen presidente los primeros 6 años; El PAN nos ofreció a un grisáceo burócrata chaparrito seguramente especialista en “caldo de pollo para el alma”. Él, al igual que toda su familia, siempre han vivido pegados al presupuesto del erario público (para ser justos, los otros también).
¿Por quién voté?....me siento gris.

Se cierra el confesionario.

Querida Caro, misión cumplida. Solo alteraré la consigna de invitar a otros ocho. Ocurre que no llego a los ocho visitantes asiduos. Tú eres una de las pocas pero, gracias a la cadena, ya sé que tienes un lunar “especial” solo me gustaría saber, asexuadamente, ¿ A qué hueles?.
Mis siguientes ocho visitantes estarán automáticamente invitados a participar del peligroso experimento. Dudo que los pueda cohersionar pero los iré estimulando a participar.
Hasta la vista.

Serenata Mariachi - Les Luthiers

Con el texto: INMOVILIDAD, COSTUMBRISMO Y ESTEREOTIPO

Viva Mexico mariachi

INMOVILIDAD, COSTUMBRISMO Y ESTEREOTIPO

“Todo lo inmóvil es pariente de la muerte y, en el mejor de los casos, sobrevive solamente en alguna vitrina de museo” decía uno de mis mas queridos maestros a propósito de la rigidez dogmática en que cayó el psicoanálisis desde los años 40 a los 90 del siglo pasado
Cuando la solidez de cualquier identidad se finca en alguna singularidad ritualizada, ésta tiende a sacralizarse, a volverse tabú y por tanto, se acompaña de una tenaz oposición al cambio y a la interpenetración con otras tendencias.
Se confunde ritual con esencia.
La música de mariachi se ha ido arrinconando a si misma al quedarse estática. Es intocable. Siempre las mismas canciones, los mismos instrumentos y el mismo estereotipo “macho”.
Impensable un mariachi gay ó constituido por mujeres. Impensable, todavía, incluir tecnología (e.g. instrumentos eléctricos) ó experimentar sintetizaciones
En el video “viva México” que coloqué antes es posible ver mujeres mariachi y por eso, principalmente, –además de la emoción que todavía me provoca- lo coloqué ahí.
Maravillosa globalización. Esas mujeres llegaron al festival con los grupos extranjeros.
El talento musical hace explosión al ritmo anglosajón y en todo México surgen bandas extraordinariamente creativas. En Monterrey hay centenas de jóvenes creando música y se han formado decenas de bandas talentosas pero ninguna “se mete” con la música tradicional.
Pero el mercado lo definen y regulan los país es “del primer mundo” en todas las áreas. Veo talentos locales en la literatura, pintura y música aún mayores ó más originales que los de algunos famosísimos artistas estadounidenses ó europeos pero, abrumados por la falta de apoyo decidido a su labor, muchos caen en la imitación y la enajenación en relación al entorno.
¿Qué hubiera pasado si Coldplay, Morrissey ó antes, Los Beatles hubiesen nacido en México ó Turquía?. Lo mas lamentable, creo, es que no les hubiéramos apoyado el talento y el mundo se perdería de un extraordinario impulso al cambio… al movimiento.
Anclado en el anacronismo, el Mariachi es invadido por los fantasmas de Pedro Infante ó Jorge Negrete encarnados en decenas de buenos ó malos imitadores que sobreviven cada vez más precariamente gracias a los contratos para llevar serenata a la mujer amada ó para tocar, cada vez menos solicitados, en alguna boda o rito de iniciación quinceañero.
Nuestra generación joven ya no siente ninguna emoción con el Mariachi….y tienen razón.
Para desacralizar los tabúes es bueno el camino de la broma y la caricaturización. Un extraordinario grupo de irreverentes músicos argentinos, Les Luthiers, hace una parodia graciosísima –para mí- de una “serenata Mariachi” (Les Luthiers, 1977, dvd "viejos fracasos":

sábado, junio 16, 2007

Viva Mexico mariachi

Plácido dice: "Tristemente los diez días del Festival están llegando a su término y va a empezar una gala especial en este, histórico, Teatro Degollado. Vargas, América y Los Camperos han tocado aquí a través de todo el festival, pero los grupos de mariachi visitantes han estado tan ocupados ensayando que no los hemos escuchado. Ahora es su oportunidad. Quinientos músicos de todo el mundo traerán sus instrumentos y llenarán este teatro."
........
"Y ahora -continúa Domingo- llega el momento que cada músico mariachi ha estado esperando en guadalajara: Un increíble final para diez días gloriosos"

La identidad mexicana, aún con las ambivalencias que he descrito, está profunda e indeleblemente marcada en cada hombre y mujer criados en esta nación. Todos los sentidos transmiten al núcleo del ser mexicano estímulos singulares, únicos, que lo marcan e identifican.
Esta vía de formación identitaria, la de los sentidos, es más poderosa, primaria y aparatosa que la intelectual y por ello admite sincretismos y contradicciones y puede tener tintes más impulsivos que reflexivos.
Pero también la historia mexicana está repleta de peculiaridades. No creo que haya una nación en el mundo con un mestizaje tan amplio como el ocurrido en México y, si acaso la hubiera, los protagonistas no tienen nombre. No hay otra sociedad en que un proceso de este tipo esté tan documentado.
Los sentidos del gusto, olfato, tacto y vista “mexicanizan” con decenas de variedades de moles, picantes, preparaciones de carnes, maíz, frijol, quesos, mezcales (entre los que el tequila es el subtipo más conocido), refrescos de frutas, helados, decenas de frituras, guisos de flores y hongos.
No es un proceso único. Los japoneses, noruegos, franceses, venezolanos, argentinos, etc. tienen equivalentes pero…que quieren…soy mexicano.
La audición y visión mexicanizan poderosa, profunda y apasionadamente sirviendo de vehículo a la música y canciones del Mariachi. Ningún individuo criado en México queda flemático y ecuánime cuando escucha “cielito lindo”; “México lindo y querido”; “El son de La Negra” y decenas de piezas ranchero-charras.
Todos los años, durante diez días, del 31 de Agosto al 10 de Septiembre, Guadalajara se llena de cientos de Mariachis de todo el mundo: españoles, chicanos, cubanos, sudamericanos y ¡hasta coreanos! Que acuden a la competencia del Festival Internacional del Mariachi.
Plácido Domingo, tenor español mexicanizado (se crió aquí desde pequeño) está “tocado” por esta música y aceptó ser el anfitrión de uno de estos festivales. Su narración está en inglés porque la secretaría de turismo utilizó su fama para promocionar el evento en los EEUU.
Pongo aquí el video del evento final. Termina con el festivo “Son de la Negra”.
Hago una traducción, seguramente imperfecta, de la narración de Plácido.

martes, junio 12, 2007

ethos mexicano: BUENOS Y MALOS MATERNAJES Y PATERNAJES

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Abusando de la obra premiada antes mencionada, iniciaré este apartado citándola.
El autor asevera: “la madre mexicana, como cualquier madre, quiere y protege” y agrega, siguiendo el mito: “Es curioso observar, que los guerreros aztecas tan violentos y de gran capacidad destructiva, eran criados al contrario, por madres muy cariñosas y ligadas a ellos”. Al autor le parece “paradójico e incluso retador de los principios psicológicos que sugieren (que) la capacidad de amor, ternura, cariño, cercanía y preocupación por los intereses del niño, (son necesarios) para la creación de un ser con capacidad de amar y ser empático en lo subsiguiente.”.

Una duda tan seria sobre los efectos benéficos de un maternaje amoroso es preocupante porque no la tiene solamente el autor de este trabajo . Lo sostiene también, apoyado en múltiples encuestas y estudios aparentemente científicos el autor de “Psicología del mexicano”, Rogelio Díaz Guerrero (Díaz, G. R., 1967).

La versión de la madre extraordinariamente buena, tipo “Virgen de Guadalupe”, no puede ser otra cosa que un mito. Desgraciadamente los únicos datos “científicos” con que cuento en ese tema son precisamente los de Díaz Guerrero y la profundamente influyente obra de Paz. Aunque es creíble el que la madre mexicana quiera y proteja a sus retoños, la versión se vuelve epistemofóbica y mítica al negar la ambivalencia afectiva presente en toda relación humana. Es fácilmente demostrable la existencia de prácticas nocivas en la crianza de muchos mexicanos determinadas tanto por dicha ambivalencia como por costumbres culturalmente instituídas. Por ejemplo, una sucinta revisión (Klein, C.F., 1982; León-Portilla, M., 1992) de la crianza mexica pone en evidencia la naturaleza mítica de la narrativa retomada en el trabajo premiado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Veamos algo más documentado:

La ansiedad persecutoria plagaba a los nahuas y la culpa, también ansiosa, por cualquier transgresión de las severas reglas y deberes incansablemente predicadas en los Huehuetlatolli aztecas solo podía ser apaciguada mediante “Pago de Sangre” con sacrificios humanos y con autosacrificio. Tenía una lógica anal-sádica.

El mundo (y, por tanto, el Sujeto) estaba siempre en peligro de colapsar y era necesario alimentar a la Tierra con sangre y cuerpos para que al ser procesados y descompuestos por la diosa Tlazolteótl pudiera regenerarse el cosmos. Tlazolteótl era la diosa de la Tierra Fértil pero también simbolizaba la tierra que recibe todos los desechos orgánicos, a los que transformaba en Humus, que en náhuatl se dice tlazollalli, palabra compuesta por tlazolli, deshecho, y tlalli, tierra.

A cambio del pago de sangre, liberador de culpas, la diosa Tlazolteótl se comía los pecados sexuales y de gula inevitables en una cultura superordenada, reglamentada y ritualizada...Anal. De esa manera el pecador podía renacer simbólicamente.
Todos los nahuas pagaban a Tlazolteótl. Usando espinas de maguey o navajas de obsidiana, los sitios para hacerse sangrar eran la lengua, el abdomen, las orejas y el pene. Las madres hacían sangrar a sus niños durante el mes de Tozoztontli y durante la ceremonia del Fuego Nuevo para protegerlos de enfermedades y todo mal. Motolínea reportó que las madres aztecas transmitían disciplina y orden a sus niños obligándolos, cuando transgredían alguna regla, a respirar humo de chile ( López-Austin, A., 1973; Eliade, M., 1979; Sullivan, T., 1982).


¿Que pasa con un Yo y su sentido de Sí-Mismo expuestos a la angustia ocasionada por códigos morales que contienen la individualidad a través del dolor físico, del terror y el castigo cruel, repetido y sistemático?.

No es muy difícil saberlo. Lo vemos cotidianamente en mucha psicopatología. Vemos las alteraciones en las capacidades analíticas y sintéticas; vemos las alteraciones en la capacidad para planear y tolerar la frustración de la inmediatez desagradable. Vemos la respuesta regresiva ante toda situación nueva, vemos la dificultad para comprender y empatizar, vemos la falta de plasticidad para hacer adaptaciones ante lo diferente, vemos, en fin, la instalación de un narcisismo defensivo en su versión más primaria.

Pero aquí me interesan “las querencias y malquerencias en la cultura mexicana” y, para mostrar lo que pasa en casos extremos con Sujetos cuya constitución psíquica se forma en esas condiciones, nada mejor que recordar lo ya dicho sobre la crianza mexica reforzada con una pequeña narrativa sobre el ethos de la máxima autoridad Nahua.

Moctezuma estaba secuestrado por Cortés en el Palacio de Axayácatl. Todavía no se conocía como “Síndrome de Estocolmo” a la frecuente cooperación de los secuestrados con sus captores pero es posible advertir esa dinámica en aquella lejana ocasión. Cortés le estaba pidiendo ayuda al emperador nahua para gobernar el imperio y Moctezuma le da la clave, le dice: `Al pueblo no se le debe “tratar por amor sino por temor” (Thomas H., op. Cit. p. 354).
Sabemos como se institucionalizó el ethos Náhuatl: A menos que alguien crea en la existencia extrapsíquica de dioses, creencia respetable pero que no comparto, sabemos que estos son, desde el análisis psicológico, una creación de nuestras mentes asustadas e indefensas ante lo que rebasa nuestro control o comprensión y sabemos que los dioses son un reflejo de los objetos poderosos de nuestra infancia, Papá y Mamá, distorsionados por la intermediación de los poderes políticos, económicos y sociales de la sociedad de que se trate.


Nuestros aztecas iban aumentando rápidamente en control y comprensión y ya empezaban embriones humanistas. Se asomaban ya la ternura y la empatía. Lo muestra la poesía texcocana y la ternura en los consejos a las hijas e hijos que quedaron documentados en los pocos códices pre-cortesianos que sobrevivieron a la conquista .

En 100 años crearon un imperio expansivo y poderosísimo con exactamente los mismos objetivos que el de nuestros españoles hacia ellos: dominio y aprovechamiento, aunque con diferentes métodos y técnicas. Lo pudieron conseguir porque eran súbditos obedientes, férreos, crueles, sangrientos e inflexibles en la disciplina de crianza.

Calmecac quiere decir “Casa de Llantos”, eran las escuelas para los niños nobles. La lástima y sus parientes más evolucionados: la compasión y la empatía fueron eliminados en aras del sometimiento y la disciplina a los dioses-padres al grado de poder ofrecer en sacrificio a sus propios bebés de un año de edad (uno era escogido cada año).

En la guerra no querían matar, querían capturar para sacrificar en el Templo Mayor. Nuestros aztecas no entendieron que era muy difícil, por cuestiones técnicas, capturar a nuestro Cortés y que, si querían ganar la guerra tendrían que, simplemente, matarlo donde fuera, lo pudieron hacer al menos tres veces pero creían que sus dioses no lo hubieran aprobado. Al ser tan poderoso con mayor razón debía ser sacrificado en el Templo para satisfacción de las deidades y comido para incorporar sus atributos. Como ocurre muchas veces, la fuente de su grandeza fue la de su derrota.


Pero, se supone que los bebés mexicanos hace mucho tiempo que no son criados de tan espartana manera. Al contrario, se supone que somos criados por madres inmensamente tiernas, bondadosas y abnegadas. Hasta se demuestra “científicamente” en un libro (Díaz, G. R., 1967) reimpreso y reeditado muchas veces, lleno de encuestas y estadísticas, que comprueba que esa crianza hiperbondadosa es la causa de nuestras alteraciones de carácter.

Sin embargo, la revisión de maternajes en mi consulta, tanto la que narran mis pacientes adultos sobre su infancia como en relación a la crianza de sus hijos nunca ha sido cercana al mito.
Las madres y padres de cada sociedad inician la inculturación de sus hijos guíandolos hacia las costumbres, maneras, formas, valores, objetivos y motivos considerados culturalmente apropiados. La inculturación mexicana tradicional busca la obediencia acrítica, la conformidad, el no “replicar”, el no denunciar, la no ambición y la no competencia. El “Principio Absolutista” se transmite desde temprano y se espera que el niño se someta a una orden sin explicaciones. El uso de violencia, particularmente marcado en la cultura popular, pero presente también en todos los grupos sociales puede ser inferido por las narrativas en consulta y... abriendo los ojos a nuestro alrededor.


Muchas de nuestras “santas madrecitas”, hartas de “chamba” y de falta de apoyo, educan a sus críos con bofetones y coscorrones. Sostienen que no se debe cargar al bebé para no “embracilarlo” -La infraestimulación es un tipo de negligencia-. El uso de “periqueras”, “hacer taco” al bebé o restringirlos a espacios cerrados pequeños con escasos objetos, acompañado de actitudes maternas distantes y con poca verbalización produce bebés menos activos, menos competentes (Ainsworth,M.D.S. y Sroufe, L.A., 1977).

Sabemos desde hace mucho tiempo en Psicoanálisis y desde la Psicología del Desarrollo que en la crianza, lo más cercano a la salud emocional de los participantes tiene su mejor base en la generación del mayor placer mutuo dentro de la mayor cercanía y cariño (Winnicott, D., 1967)..
Parece muy natural, casi obvio y, sin embargo, tengo la convicción de que no ocurre tan frecuentemente en nuestra sociedad.
Sabemos por ejemplo, que una separación prolongada entre madre-bebé inmediatamente después del parto puede tener consecuencias indeseables sobre todo en la madre, pudiendo determinar desde cuidado negligente hasta rechazo total del bebé. (Scott, J.P.,1962).
Para poder conectar las “querencias y malquerencias” en nuestra cultura a la institucionalización perversa y a los mitos disfrazadores de verdades sociales y psicológicas empezaré por hacer consideraciones sobre la forma en que se constituye la conciencia moral en el individuo. Primero me enfocaré en las bases interactivas necesarias generales para instaurar una “buena” conciencia moral mexicana, nigeriana ó finlandesa:


El desarrollo de la capacidad para saber lo que se debe y no se debe hacer, para saber lo que es “bueno” y lo que es “malo”, empieza desde muy temprano y evidentemente los agentes de la inducción son los Objetos primarios. La motivación para comportarse de cierta manera, inicialmente, está determinada por lo que Melanie Klein (1952) llamó “ansiedad persecutoria”: se teme el castigo, el abandono o dejar de ser amado.
Parentalidades que consistentemente prestan ayuda acompañada de verbalización a favor de la empatía tienen un efecto poderoso sobre el desarrollo de la conducta moral (Hamner, J. J., y Turner, P. H.,1996). La consistencia de la instancia moral también se forma a través de prácticas disciplinarias que muestran claramente a los niños las consecuencias dañinas de sus acciones inapropiadas sobre otros. De nuevo, el vehículo más poderoso para una internalización positiva en el individuo es el inductivo y no el basado en la amenaza o la fuerza. La primera forma no solo favorece la formación de una conciencia moral más integrada sino que permite el enriquecimiento de la identidad del Sujeto a través de la identificación con la porción amorosa del acto disciplinario.


En cambio, el método violento reforzará los inevitables ingredientes persecutorios basados en las fuerzas agresivas instintivas que son parte del “hardware” humano. El método violento, en caso de anexarse al carácter del Sujeto , solo lo hará en forma de Identificación con el agresor, perpetuándose transgeneracionalmente el abuso en las relaciones interpersonales asimétricas (Glasser, M., 1986).
Previo paso por una buena relación con las instituciones sociales como: una amorosa escuela, una respetuosa iglesia y unas ecuánimes y honestas autoridades administrativas y judiciales, desde aquel buen rudimento de conciencia moral infantil se supone que se puede llegar, al nivel más alto, a desarrollar un código moral-ético de tal grado de abstracción y altos estándares que guiaría al Sujeto en sus decisiones tomando en cuenta el bienestar de la comunidad, buscando la equidad de derechos para todos y respetando la ley con la conciencia de que la sociedad sólo funciona bien si se respetan los derechos de los demás. Además, una conciencia moral bien desarrollada e integrada podría llegar a portar principios éticos universales en todo parecidos a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Condena la violencia en todas sus formas y concibe la vida humana como sagrada, a la que, por tanto, se le debería respetar por encima de cualquier otra consideración religiosa, política ó económica. Estas magníficas conciencias morales llegan a desarrollarse en pocas personas.


Una conciencia moral que no alcance buenos niveles de desarrollo hará que el Sujeto no pueda resistir las tentaciones omnipresentes de abusar del poder, de apropiarse de lo ajeno, de no respetar el derecho del otro más débil, de mentir, estafar ó robar.
¿Qué tiene eso que ver con dos personajes concretos: Hernán Cortés y Doña Marina?... absolutamente nada en lo concreto y mucho en lo simbólico. La mayor parte de nuestras madres y padres a duras penas saben que existieron personas con esos nombres. Una de mis pacientes de lo bajito de la élite cree que La Malinche era la esposa de Benito Juárez...pero en todos está firmemente instalado el “Principio Absolutista”, portado en la cultura de Cortés y portado en la cultura de Marina.


La “buena” Conciencia Moral solo podrá erigirse bajo la égida de Eros el constructor pero, cuando predomina Thánatos: el desarticulador, el silenciador, La Muerte, el separador, el agresivo (Freud, S., 1920), La conciencia moral queda pervertida e instaura el poder del sadismo y del terror además de la tolerancia a las contradicciones y a la falta de respeto a los derechos de la Otredad.
Este nos lleva a otro plano en la formación de códigos morales.


Seguiré

domingo, junio 03, 2007

PAZ, MALINCHE, GUADALUPE, IKRAM...MAMÁ

Todo mito, al igual que todo delirio psicótico, contiene diversas “dosis” de verdad en su narrativa, solo que es una verdad que se disfraza, se escamotea. Los mitos que perduran y son mantenidos transgeneracionalmente lo consiguen porque efectivamente dicen una verdad poderosa que requiere el disfraz porque se le teme, porque es dolorosa, hiriente o peligrosa. A pesar de todo, si se analiza cuidadosamente, es posible detectar la denuncia de verdades entretejidas en la trama.
La obsesión por la mexicaneidad, incluida la mía, amortigua la angustia del No Ser, la angustia de estar situado entre dos ó mas identidades sin sentir plena pertenencia en ninguna. Denuncia una identidad bamboleante.
Quien está seguro de su identidad y es razonable y ecuánimemente feliz en su relación con la otredad no busca ubicarse y definirse obsesionadamente como sujeto y, cuando esto ocurre, manifiesta el estigma de relaciones fracturadas con los personajes que se instalaron como representantes de autoridad.
Una obsesión ó un síntoma cualquiera paradójicamente consigue dar estabilidad al sistema. Favorece el status quo
Hasta aquí estoy hablando de fenómenos que ocurren en un individuo. El paso, discutible pero necesario al estudio en el plano social de los problemas de identidad se tiene que auxiliar analizando las creaciones culturales y las costumbres institucionalizadas. Los mitos sostenidos a lo largo de la historia de un pueblo se ofrecen como vía regia para el entendimiento de sus conflictos y de su papel como establizadores sociales.
Mitos mexicanos por excelencia son los relacionados a “La Malinche”, “La Llorona” y “La Guadalupana” que aunque en apariencia se sostienen en forma independiente entre ellos, estoy convencido y lo trataré de demostrar, que tienen orígenes y significados correlativos que reflejan y denuncian la inequidad, abuso y falta de respeto entre fuertes y débiles en nuestra sociedad.
Aquí uso “Fuertes y Débiles” en un sentido incluyente de todas las relaciones de poder asimétrico y aunque, por supuesto, estoy considerando la relación entre las clases sociales privilegiadas y depauperadas pretendo demostrar que el abuso e imposición del poderoso sobre su débil en nuestra sociedad llega hasta la díada Madre-Hijo y que el correlato de los mitos mexicanos antedichos cristalizan en el mito atemporal de nuestra cultura: La Súper – Abnegada – Protectora – Santa - Madre – mexicana.
Si alguien lee lo anterior estará tentado a elucubrar sobre mi propia madre…luego le cuento.
Antes de seguir debo declarar que estas consideraciones están profundamente influidas por el esquema conceptual, referencial y operativo del psicoanálisis. En base a él es importante notar que los significados de síntomas individuales ó sociales son ajenos a la conciencia, así que, cuando hablo de “privilegiados” para nada estoy usando el concepto sobresimplificado e injusto que usan con fines demagógicos muchos de nuestros lamentables políticos “de izquierda”. Aunque puede haber alguna excepción, estoy seguro que la mayoría de nuestros super-ricos no se ajustan a la caricatura de “burgueses chupasangre” que están continuamente planeando como joder al proletariado. Ellos tampoco tienen conciencia de su identidad bamboleante.
Pero hacer conciencia debe llevar a asumir responsablidad y a buscar el cambio.
Toda clase privilegiada tiene miedo de perder sus privilegios. La clase privilegiada mexicana, particularmente el subsistema intelectual de ella, ha sido exitosa en “camuflagearse” inconcientemente en la búsqueda de la mexicaneidad en el pasado, en el “allá y entonces” y ha conseguido alejar de la mirada pública y de la suya propia, sus privilegios en el “aquí y ahora”. El costo ha sido alto porque al negar –sin conciencia- nuestra participación en el mantenimiento del sistema injusto, inevitablemente nos empobrece, ya no solo en la identidad sino en la base misma de la racionalidad humana: la capacidad analítica, sintética y perceptiva (Bion,W., 1960).
De esa manera la Cultura de la Pobreza trasciende de la masa depauperada y permea a la élite y entonces, el empobrecimiento intelectual es generalizado cuando se trata de apreciar y evaluar la dimensión compleja y plena de cualquier Otredad, porque se mutila no solo la relación con el Otro sino la mismísima percepción del mismo.
El paradigma de Otredad por excelencia es el de Sexo-Género y siguiendo mi análisis, la mitología del “mexicano” tan cultivada por nuestra intelectualidad, denuncia per absentia, una profunda escisión entre lo masculino y lo femenino. Todos los intentos de encontrar la identidad mexicana se hacen desde lo masculino, aún en el caso de las pocas mujeres que han trabajado el tema. Es un asunto entre varones. La mujer y lo femenino, su ubicuidad, diversidad y complejidad queda en un trasfondo oscuro, negado, sustraído del análisis con la ayuda de los viejos, sobresimplificadores y poderosísimos mitos mexicanos.
Ikram Antaki, erudita antropóloga, nacida en Siria, educada en Francia y naturalizada mexicana, muerta prematuramente (a los 54 años!), profundamente amargada, confesaba repetida e insistentemente que no conseguía entender el origen de la tendencia mexicana a rechazar el conocimiento, la exactitud y el rigor en la argumentación. En su obsesionada búsqueda de explicaciones, la que le pareció mejor nos rebajó a un subtipo en el límite de lo humano, escribió: “este parece ser un pueblo... con una incapacidad congénita... para el pensamiento aristotélico” (Antaki, I., 1996).
Una aproximación solamente antropológica como la de Ikram Antaki pudo llegar, rigurosa e implacablemente a un plano descriptivo bastante original y digno de ser leído. Pero al no simpatizar con el marxismo y no conocer mucho del psicoanálisis, Antaki no consideró la complejidad en la relación entre las clases sociales mexicanas ni las omnipresentes mutilaciones entre masculinidad y feminidad dentro de la identidad y en la relación con la Otredad. Para analizar las características de nuestra sociedad Ikram se ubicó varón. Publicó su libro “El pueblo que no quería crecer” con el pseudónimo: “Polibio de Arcadia”. ¿Cómo podría advertir el profundo significado inconciente de nuestra epistemofobia si ella misma se situó en la masculinidad mexicana desde su repudiada identidad femenina árabe?. Sólo desde el psicoanálisis se puede ir más allá de lo descriptivo para hacer aproximaciones explicativas más o menos plausibles. Al no contar con las herramientas para eso, la hermosa Ikram cayó en la simplicidad del estereotipo y se aproximó a lo que tanto criticaba: el racismo etnicista.

NUESTRO OCTAVIO PAZ .
Debo decir, antes de continuar, que la obra de Octavio Paz me parece, rica, compleja y bellísima y que aquí solo estoy tomando una parte de su obra como prototipo sintomático de un serio problema de identidad cultural, escindida, en nuestra sociedad.
Elegí a Paz como representante de nosotros, ese 14 % de privilegiados, porque está muerto, “más allá del bien y el mal”, -hubiera dicho mi madre-, y porque su grandeza literaria está fuera de duda.
En su obra, volviendo a Grignon, se escamotea el tipo de relación entre la masa pobre y la minoría élite. Es una relación que, al negar la diferencia y por lo tanto la existencia de jerarquías y privilegios de poder mutila la comprensión intelectual impidiéndole percibir algunas realidades elementales y, al estudiarlas, las falsea porque no puede hacer la conexión de los “de dónde”, los “comos” y los “porqués” históricos a sus reediciones actuales. Inhibe también la exploración de los puntos de identidad común que necesariamente se desarrolla en todos los miembros de un grupo cultural, ya sea por similitud o por contraste.
Pero, de nuevo, cabe la consideración de que lo común a los subsitemas sociales ocurre en un plano no objetivado sino inconsciente. Es inevitable que todo conglomerado humano desarrolle especificidades psico-antropo-sociológicas portadas por todos sus miembros y detectables en función de su historia, de sus estructuras, de la forma en que pautan la agresión y el amor entre sus miembros e importantemente, en los mecanismos defensivos puestos en marcha respecto del medio ambiente, del mundo en el que ese conglomerado se define. Mecanismos que quizá sólo buscan reafirmar la especificidad individual, negando la presencia del Otro en uno mismo. En un caso así, tanto el “Pachuco” como Paz se definirían ex negativo en función al otro y ese constituiría un punto común de identidad.
Por lo anterior creo que es deseable, pertinente y sano el que consideremos objeto de estudio a... nosotros mismos, a la identidad cultural de la élite, la que, sintomáticamente, muestra su ambivalencia al incluirse y excluirse de sus descripciones de la mexicaneidad. Algunos datos sobre ella son detectables, entre líneas, en muchos de los ensayos sobre el tema y a pesar de la ausencia de estudios sobre esa clase social, los psicoanalistas tenemos mucha información proveniente de nuestros consultorios. Después de todo, nuestro oficio se practica predominantemente entre y para la élite.
A manera de ejemplo breve de material de consulta transmitiré una “viñetita”:
Hablando sobre la pretensión de algún grupo religioso de construir un templo en su colonia, una destacada miembro de lo más altito de la élite dice : “solo los pobres se hacen Mormones ó Testigos de Jehová y entonces no tienen derecho a hacer un templo donde no hay pobres. Nosotros creemos en la Virgen de Guadalupe...o la de Shonstadt. De todos modos cuando busco “muchachas” prefiero a las “Testigos” porque son más honradas”. Es solo un botón de muestra, pero estoy seguro que muy representativo y trasluce las inconsistencias de nuestra identidad.
La élite mexicana, incluido el subgrupo intelectual, no se reconoce en la enorme masa de Otredad mexicana, depauperada social, económica y cognoscitivamente. La mayor ayuda que brinda a la población se hace en forma de limosna, motivada por culpas primarias y mantiene el abismo social por su cualidad infantilizante, mitogénica y mistificadora.
La relación entre las culturas populares y la cultura de élite existe pero se falsea en ambas vías.
Hay dos formas en que los mexicanos (incluyamos élite y marginados) falseamos la relación con la Otredad:
1.- Contactos de Superficie: pautados dentro de cierto formalismo y evitativos de todo diálogo significativo ó emocionalmente cargado. La esterilidad es la marca de estos contactos y su finalidad inconciente es mantener al otro como depósito de las proyecciones de los propios miedos y agresiones. Se busca reforzar el estereotipo de clase: para el individuo-élite el otro es el pinche güevón que solo piensa en las “caguamas” –cerveza barata- y para el individuo-marginal el otro es el pinche mamón que tiene “billullos” –billetes- porque es un transero o porque heredó...quedamos hermanados en “lo pinche”
2.- Relación en la Abstracción: El contacto con la Otredad es discursivo pero nunca dialógico. Por razones evidentes este es un mecanismo del Self-élite. El reconocimiento del otro se vuelve mítico e hiperbólico y en sus palabras no se puede captar a ningún sujeto concreto. Por tanto, pone mayor distancia e implica también mayor rechazo.
Este falseo de la relación en la abstracción, proveniente de la élite, tiene analogía con el mecanismo defensivo de racionalización solo que en la dimensión social es mejor llamarle “ideologización” (Caruso, I.,1968). Por este mecanismo se fortalecen las creencias –no el conocimiento- acerca de las características de determinados grupos y se justifica la inequidad cuando el marginado se representa como más feliz, alegre y despreocupado que los ricos (Ridgeway, C., 2001). Películas mexicanas como “Nosotros los pobres”, “Ustedes los ricos” y “Los ricos también lloran”, van en esa línea. El “pachuco” de Paz y el mito de la madre “a toda madre” de los pobres, también se inscriben en esa ideologización anti-epistémica, mitigadora de culpas.

OBJETIVACIÓN Y ESTEREOTIPOS ENTRE LAS CLASES SOCIALES MEXICANAS:
La facilidad con la que las evidentes diferencias de color, costumbres, maneras, educación y gustos se pueden objetivar, haciendo una hiperrealidad de las diferencias, posibilita la instalación del fenómeno del estereotipo como vector simplificador, epistemofóbico en la percepción de lo real y, consecuentemente, como vehículo de control de las prácticas y relaciones sociales. El estereotipo, dice Roland Barthes (Giddens, A., 1990) es una solidificación de lenguaje que circula como una verdad no discutida por el tejido social.
El estereotipo es una de las bases de todo racismo y de todo clasismo, simplifica, aliena, es un juicio condenatorio donde no se le concede el uso de la palabra al condenado y trae como efectos fenómenos de inclusión y exclusión social muy concretos.
Pero, nadie es siempre un monstruo social insensible y en una sociedad en que abundan las manifestaciones trágicas de la miseria, algunos remordimientos sociales encuentran múltiples ocasiones para amargar el pleno disfrute de los privilegios el Yo educado de los miembros de la élite encuentra una “linda” formación de compromiso para eludir tanto la culpa, como nuestras propias partes devaluadas: denunciamos la injusticia externa pero siempre en la superficie, desarrollamos lo que podría llamarse “Síndrome Bartolomé de Las Casas” el “Protector de los Indios” ya que, al igual que las acciones protectoras de indios del obispo español, llevan implícita, inadvertida, una profunda devaluación del sujeto al que se considera, como decía Las Casas (1547): “Pobres infelices indios pacíficos sin capacidad para defenderse”. Estarás de acuerdo en que, apenas bajo la superficie de tan linda postura se asoma una rotunda descalificación .
Nuestras propias cargas agresivas dirigidas contra nosotros mismos (algo así como una proto conciencia moral), provocadoras de culpa, encuentran un alivio poderosísimo porque, al igual que Las Casas, nuestra agresiva y culpígena estructuración socio-religiosa premia y homenajea a estos “benefactores”. Este prototipo de individuo-élite, Las Casas, realmente se estremeció con las crueldades administradas a los indios. Presenció algunas y se informó de muchas. Nunca con-vivió con los indios y aunque defendía que se les tratara sin crueldad, consideraba que solo podrían elevarse mediante la conversión al cristianismo. Escribió su crónica sobre “La destrucción de las Indias” en España y se dedicó a denunciarla en ardorosos discursos en las Cortes. Nunca volvió a América y contó siempre con una admiración y aprecio del emperador.
Cultivó amistad con Hernán Cortés, quien estaba retenido allá, impedido de volver a México, pero una vez muerto el conquistador, amplió la denuncia. Escribió que antes de morir Cortés le dijo: “Confieso que anduve por esas tierras como un gentil corsario”.
La tranquilización de la conciencia al estilo “Las Casas” refuerza el estereotipo y la inmovilidad social por dos vías: a través del rodeo de la denuncia no comprometida, y poniendo a la Otredad entre los paréntesis de la lástima y la devaluación, reforzando su paralización a través de la limosna de las “Buenas Conciencias”. La otra vía, directamente emparentada a la primera, es no asignarle al marginado el papel de agente de su propia situación, es no advertir y señalar que la incomunicación e infertilidad entre las clases también tiene un vector proveniente de él, fundado en el mismo mecanismo estereotipante. El marginado tiene aún más problemas en su relación con la Otredad, la inviste de una agresión que impide cualquier identificación enriquecedora y la presión de llenar las más elementales necesidades sirve al impulso más que a la reflexión, además, también es un excelente parapeto ya que puede explotar la necesidad del individuo- élite de dar limosna.
Extraño camino para encontrar una fraternidad en nuestra sociedad. Sólo que es fraternidad marcada por una rivalidad que no acaba de resolverse, que plagada de identificaciones proyectivas, no ha llegado a la fraternidad solidaria porque los hermanos son dos Narcisos lastimados. Después de todo, hubo dos Martín Cortés: El prieto que Hernán tuvo con Marina y el güero que tuvo con la sobrina del Duque de Béjar. Está escrito (Thomas, H. 1993) que el primero era el preferido pero no podía heredar el Marquesado de Cortés. De cualquier forma, el gran conquistador lo dejó riquísimo. Está escrito también que el otro, menor, el Segundo Marqués de Oaxaca, hizo el primer intento de independencia de México en lo que se conoció como “Conjuración del Marqués del Valle”. Le fue muy mal en el intento, seguramente porque no hubo alianzas fraternas.
El peculiar ethos nacional, adaptado a abismales desigualdades e indiferencias entre las alteridades no ha podido trascender, desde la colonia hasta nuestros días el narcisismo de las “pequeñas diferencias” (Freud, S.,1921). Narcisismo que, prevalente en la mexicaneidad, puede ser rastreado tanto en el Sentido de si mismo elitista como en el Sentido de si mismo marginado, igualándolos entonces en valencia negativa, empobrecidos al no ver su reflejo de humanidad compartida.
La evolución de los acontecimientos postconquista confirma repetidas observaciones psicoanalíticas que muestran como después de cambios sociales radicales se presentan las crisis en el individuo pero siempre con retraso y después de que ha pasado la fase aguda. Bychowski (1968) demuestra como el miedo y la ansiedad son sustituidos por el odio dentro del individuo y la sociedad. Cuando grandes grupos de gente han perdido la fe en la religión y en las ideologías para enfrentar los problemas de la vida y cuando ha degenerado la instauración de normas éticas comunes a todos los individuos de un grupo social, surge un estado de descontento, desesperanza e incertidumbre provocando regresiones aún mayores a patrones infantiles y a aferrarse a soluciones mágicas cuando se ha perdido la línea de autoridad tradicional.
Estos nuestros indios desesperanzados en una sociedad trémula de incertidumbres fueron la pantalla proyectiva ideal para los otros dos grandes grupos nacionales, los mestizos y los criollos, los hermanos rivales. Adjetivados en forma negativa, objetivados como si fueran una etnia homogénea, considerados incapaces para el progreso, incapaces de desarrollar estructuras sociales complejas, nuestros indios recibieron la pesada carga proyectiva de todo lo que se encontraba en la nación y la aceptaron.
Ellos han seguido deprimidos, inmovilizados durante 500 años; los demás: escindidos; todos: empobrecidos...y todos guadalupanos.
Freud (1927; 1930) conjeturó que la necesidad de creencias religiosas en general deriva de una dialéctica formada por el sentimiento de desamparo y la añoranza por un padre protector. En su esquema esto tendría que ocurrir en el período edípico pero señala algo interesante, pertinente al sistema de creencias religiosas mexicas y a las del grueso de nuestra sociedad actual: que cuando intensas sensaciones de desamparo ocurren previamente a la inclusión del padre en el mundo interno del infante debido a deficiencias en el cuidado materno se activan las fuentes mas profundas de necesidades mágicas o religiosas que posteriormente determinarán la estructuración de sistemas religiosos matriarcales y politeistas. El correlato intrapsíquico quedaría en la fijación de porciones importantes de la omnipotencia que acompaña al narcisismo primitivo.

REPASANDO Y REPENSANDO UN MITO PODEROSO.


Debido a que nuestro propio mundo psíquico está inevitablemente formado e interactuando por y con la sociedad que se pretende estudiar, las cegueras son mucho más frecuentes. Ha ocurrido que quien reflexiona sobre nuestra cultura ha mitificado ó mistificado al Objeto cultural, contribuyendo entonces a la alienación.
Vulevo a Octavio Paz
¿Acaso no sorprende que el minucioso e implacable investigador de un estudio difícil sobre Sor Juana Inés de la Cruz (Paz, O., 1982) preñado de información detallada, haya caído en imprecisiones “facilonas” y evitación de datos “duros” sobre Cortés y La Malinche?
Octavio Paz retomó y reforzó la mitificación de la figura femenina describiendo a Doña Marina como representante central de una tradición cultural negativa de sumisión y negación de la propia identidad, subyugación y empobrecimiento cultural iniciado con la Conquista. Paz asocia el emocionalmente supercargado término de “La Chingada” o sea: “La Violada” a La Malinche y lo plantea como un recordatorio simbólico de que la población indígena fue violada por los españoles.
Una historia de infamia, vergüenza y humillación. Malinchismo, entonces, es traición y preferencia de lo extraño a lo propio. Pero Paz, al no mencionar documentación que complejiza a los participantes históricos no sólo deja intocado el mito sino que lo refuerza.
Lo cierto documentado es que el nombre Malinche era aplicado a Cortés por los nahuas. También lo es que a Malinalli, después Marina, aproximadamente a los 8 años de edad, su propia madre, nahua, enviudada y vuelta a casar, la vendió como esclava a unos comerciantes y la niña fue siendo traspasada de dueño en dueño hasta llegar a ser propiedad, a los 14 años, de un cacique Maya de Tabasco que la regaló, junto a otras 19 muchachas a Cortés y a sus capitanes.
También se infiere, razonablemente, que a Marina nunca le fue tan bien en la vida como con Cortés. Lo cierto es que Marina fue asignada primero como pareja a Hernández Puertocarrero y que, ya en zona nahua, en Veracruz, ella se dio habilidad para llamar la atención de Cortés con su bilingüismo Nahua- Maya y la rapidez con que aprendía castellano, de tal forma que éste se deshizo de Puertocarrero y la hizo su traductora y amante desde ese momento,1519, hasta 1524, año en que, por presiones político-religiosas, Cortés decide casar a Marina con uno de los capitanes predilectos de Cortés: Juan Jaramillo. Lo cierto documentado es que en 1522 apareció muerta en la recámara conyugal Catalina Suárez, primera esposa española de Cortés. En un juicio muy posterior se acusó a éste de haberla asesinado porque le celaba por sus amantes indígenas. El mismo año (1522) nació el único hijo de la pareja Cortés-Marina quien fue bautizado “Martín Cortés” como el padre del conquistador y quedaron testimonios de que era el hijo preferido de éste. Un segundo “Martín Cortés” nació en México en 1531, hijo de Hernán y de la sobrina del Duque de Béjar con quien se había casado en España en 1530.
Lo cierto documentado es que en 1524 Hernán Cortés mandó pintar un retrato al óleo de Marina y que desde que Cortés cayó en desgracia y le quitaron la casa de Coyoacán en 1526, no se volvió a tener noticia del cuadro. Lo cierto documentado es que el conquistador era devoto de la Virgen de Guadalupe de Extremadura y que en 1529, cuando se le ordenó ir a España para disminuir su poder y que rindiera cuentas a Carlos V fue a rezarle a la guadalupana española. Allá se casó con la sobrina del Duque de Béjar y volvió a la entonces Nueva España, con su madre y su nueva esposa en 1530. Aunque hay varias versiones del destino de Marina, incluyendo una que dice que murió en la vejez, la más plausible es la que señala que murió asesinada en 1531. Es más creíble porque su esposo, Juan Jaramillo, se volvió a casar en 1532 y recordemos que en aquel tiempo no había divorcio. El mismo año de la muerte de Marina, 1531, se hizo público el lienzo con la imagen de la linda Guadalupana Morena mexicana. Contemporáneamente se inició la leyenda de La Llorona. Lo cierto también es que Cortés, cada vez más atacado, bloqueado y menospreciado, siguió viviendo en México desde 1531 hasta 1540 en que regresa a España a quejarse ante el Emperador. A pesar de sus múltiples declaraciones, interrogatorios, cartas y testamento escrito, no hizo ninguna mención de la Virgen de Guadalupe mexicana ni quedó ningún testimonio de que la hiciera objeto de devoción lo que resulta interesante, si no sorprendente, tomando en cuenta su apego a la guadalupana extremeña.
El mito guadalupano mexicano no fue cuestionado por Paz ni siquiera como posibilidad de que hubiera sido construído por la élite de la época para disminuír y controlar el creciente malestar y descomposición social que la orfandad religiosa, cultural y política estaba provocando en la depauperada y explotada masa indígena.
Paz no era un hombre religioso y ya fuera que no se le hubiera ocurrido la posibilidad antes mencionada (lo menos probable) o que no se atreviera a explicitarla, volvería a resultar sintomático de una relación falseada con la alteridad.
La importancia de desmitificar no debe ser menospreciada. Mis críticas a la evidente alianza con un mito poderoso de un grande de la literatura como Octavio Paz quizá puedan ser más apreciadas si damos un vistazo al trabajo ganador del segundo lugar del Segundo Congreso de Reflexión sobre los Derechos Humanos, 2003, organizado por la CNDH. El título del trabajo es: “De la madre mexicana a las muertas de Juárez. Una aproximación psicodinámica a la violencia contra la mujer en México” (Álvarez, M. D., 2003).
El autor, como muchos otros, hace un trabajo declarativo en el que se asoma una melancolía en relación a un mundo perdido, idealizado, lleno de guerreros valientes, estoicos y de madres extraordinariamente cariñosas y tiernas. Da la curiosa sensación de que a través del autor está hablando la melancolía de los vencidos. Los aztecas son objeto de adoración y en el análisis del discurso son más queridos, admirados y cercanos al autor que “los españoles”. El intento es recuperar a un objeto idealizado, entrar en contacto e identificarse con él, maravillarse ante una cultura sólida, clara, añorada. “El español” es un desconocido, un delincuente del que se reniega. Declara su admiración por la obra de Paz y lo cita: “Malinche o Doña Marina...representa a las indias fascinadas, violadas o seducidas por los españoles, y asi: los malinchistas son los partidarios de que México se abra al exterior” son traidores a la patria agrega nuestro premiado.
El autor percibe el halo mítico que rodea a “La malinche “ y a “La Virgen de Guadalupe” pero desprecia la revisión factual de su construcción histórica y regresa eternamente a “la escisión en la mente de los mexicanos entre la santa y la puta”. No hay consideracion de clase, no hay diferenciación entre mexicanos y tampoco hay hipótesis de cómo pudo transmitirse transgeneracionalmente el mito-estereotipo.
En uno de esos saltos negadores de todo rigor metodológico en el que frecuentemente se cae cuando causas y efectos son complejos el autor enlaza, aquí si muy a lo mexicano, la escisión Malinche-Guadalupe portada por todos los mexicanos, a los feminicidios en Cd. Juárez y sobre esa base escribe textualmente: “La mujer en Juárez (Cd) como Malinche, la chingada; encarna al arquetipo de la madre mala del mexicano, la traidora que vende su cuerpo y servicios al extranjero...Aquella desconocida que camina por las calles, es depositaria del prejuicio y la discriminación del hombre, producto de las discretas simbolizaciones enclavadas en lo profundo del mundo psíquico colectivo”. Entonces, de acuerdo a nuestro autor, potencialmente todos los mexicanos podríamos secuestrar y matar jovencitas... agrega con un poco de luz: “...el planteamiento de que en la mente de sus habitantes, la ciudad –Juárez- está poblada de chingadas , de traidoras, de putas; no responde por supuesto al porqué de 370 mujeres asesinadas”. Pero la luz se le apaga totalmente cuando a renglón seguido escribe: “...sin embargo proporciona información acerca de los factores que influyen para que una aglomeración social se muestre más o menos proclive a perpetrar tal clase de violencia contra la mujer”...........uuuf!. El Dr. José Luis Soberanes, Presidente de la CNDH y el Comité de Revisión otorgaron el segundo lugar a este trabajo...


Seguiré

viernes, junio 01, 2007

Morrissey -Mexico (Royal Albert Hall)

No encontré algún video de mejor calidad y no supe pasar la canción desde mi Disco Compacto hasta acá (si alguien sabe como hacerlo, oriénteme, p.f.)
Morrissey,un tipo sensible y creativo, con unas cuantas visitas a nuestro país pudo advertir el rasgo elitista del que hablo en mis escritos.
Letra:
Mexico
In Mexico
I went for a walk to inhale the tranquil cool lovers air
But I could taste a trace of American chemical waste
And a small voice said “what can we do”?
In Mexico
I went for a walk to inhale the tranquil cool lovers air
But I could sense the hate from the lonestar state
And a small voice said “what can we do”?
It seems if you’re rich and you’re white you’ll be alright
I just don’t see why this should be so..
if you’re rich and you’re white you’ll be alright
I just don’t see why this should be so..
In Mexico
I laid on the grass and I cried my heart out for want of my love
Oh, for want of my love
Oh, for want of my love ..oh

It seems if you’re rich and you’re white you’ll be alright
I just don’t see why this should be so..
if you’re rich and you’re white you’ll be ok
I just don’t see why this should be so..

In Mexico
I laid on the grass and I cried my heart out for want of my love
Oh, for want of my love
Oh, for want of my love ..oh