jueves, agosto 30, 2007

TERCER MARCADOR DE IDENTIDAD NACIONAL: LOS PRESIDENTES INDIOS

Después del traumatismo de la guerra diseñada hábilmente por los Estados Unidos contra un país, el nuestro, inmaduro, sin un sentido sólido de unión y solidaridad (repleto de atemporales pejes tozudos, obtusos, egocéntricos irresponsables; de calderones grisáceos y pusilánimes, de “niños verdes” frívolos y corruptos hasta la más recóndita de las neuronas; de Montieles y Madrazos siniestros y de una enorme capa de población que apenas alcanza (entonces y ahora) a pensar en la inmediatez embrutecedora), y una sociedad que presenciaba, aturdida, la pérdida de Texas, Nuevo México, Arizona y California el orgullo y estima nacionales solo pudieron mantenerse a flote depositando toda la culpa y responsabilidad en Santana.
Sostengo que no es casualidad que a este criollo-mestizo le siguieran, como figuras conductoras del país, dos indios
La explicitación de la pluralidad de nuestra sociedad fue señalada por la llegada, fuerte, tenaz, disciplinada, cruel y absolutista de un indio nacido en lo que fué el Marquesado de Hernán Cortés. Benito Juárez ganó el gobierno con tal fuerza y legitimidad que fue capaz de retar a la poderosísima Iglesia Católica. Por primera vez se secularizó un gobierno mexicano y se sentaron bases para una mexicanidad que se reconocía en sus vectores diversos. Juárez era un esposo amoroso y estaba contribuyendo al mestizaje al tener once hijos con una criolla. No encontré documentación de amoríos extramaritales. Desgraciadamente, siendo el primer gobernante con poder real y tiempo para institucionalizar mecanismos democráticos, se dejó dominar por la vieja tradición de absolutismo y solo dejó el poder con la muerte, y, aunque tuvo el acierto y valentía de separar Iglesia y Estado, inauguró una profunda escisión alienante, negadora de la realidad: para el estado mexicano la iglesia dejó de existir formal y jurídicamente y, como en la realidad social la iglesia conservó su gran influencia, se agregó un eslabón más a la estructura institucional perversa, con una re-negación de una realidad evidente y reforzando una ancladísima costumbre nacional: los “arreglos en lo oscurito”
Con algunas peripecias pero con la misma fuerza, tenacidad, disciplina, crueldad y absolutismo le siguió Porfirio Díaz. Por el buen prestigio y respeto que se había ganado Benito, Porfirio, también oaxaqueño, cultivó la versión de que él también era indio y que era algo así como heredero de Juárez. Sin embargo sus retratos reflejan más a un mestizo y, su psicología también. A diferencia de Juárez, que nunca mostró signos de idealización o devaluación objetivada –o sea primitiva- en base a tonos de piel, Díaz se rodeó de colaboradores europeimorfos, se casó también con una mujer criolla y elegante y emprendió una verdadera guerra de exterminio contra los indios Yaquis y Mayos en Sonora y Sinaloa y contra los Mayas en Yucatán. Como Juárez, tuvo el poder y el tiempo para dejar huellas institucionalizadas, en este caso, predominantemente en forma de ideales mal integrados. La escisión, negación y proyección de los componentes de identidad nacional recibieron un fuerte refuerzo porque los conflictos de identidad personales de Porfirio consiguieron transmitirse a la sociedad a través del sistema escolar con la invaluable ayuda de un brillante educador: Justo Sierra.
Apoyados en el descubrimiento del Calendario Azteca iniciaron la idealización del Imperio prehispánico y la versión, transmitida desde entonces a la fecha a los niños en educación primaria, de que nuestros antepasados aztecas eran maravillosos y los españoles eran unos ambiciosos que solo se querían llevar nuestra plata y nuestro oro. La matanza real de indios ordenada por Díaz, crónica, sistemática y genocida, junto a la glamorización del indio abstracto, intangible, refleja una profundísima escisión de su psique que seguramente tiene basamento en su crianza de la que, por ahora, no tengo información detallada. Lo antes dicho se constituyó en otro refuerzo, potente, a la mala integración de la identidad cultural, escindiendo ideológicamente a las dos fuentes constitutivas de la mexicanidad, inaugurando un síntoma presente hasta la fecha: nuestra élite, la porción privilegiada y más instruída de la sociedad, porta un absurdo orgullo indigenista absolutamente divorciado de los indígenas de carne y hueso. Una relación absolutamente falseada (Gracias a Zalakaín puedo modificar aquí para decir: alienada), con la Otredad. Creo que un caso ejemplar, reflejante de esta dinámica, puede verse en nuestro talentoso escritor Carlos Fuentes, mexicanísimo en Europa y eurocéntrico en México.

lunes, agosto 27, 2007

ACEPTACIÓN EMBARAZOSA DE UNA PREMIACIÓN CURIOSA



Bugman, esteta argentino de la palabra y el humor fino, dejó ayer el siguiente mensaje por acá:

" Caballero, le tengo una pequeña sorpresa en mi blog, es una minucia, pero vaya a verla cuando desee. "

Los días previos yo le había dejado comentarios en que alabé su estilo e ingenio y le estimulaba a hacerse millonario escribiendo novelas. Lo comparé ventajosamente con el extinto escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia, quién no solo sobrevivió sino que vivió holgadamente escribiendo en un estilo similar.

Le recomendé varias obras deliciosas de dicho escritor.

Con esos antecedentes, pensé que la "pequeña sorpresa" estaría relacionada a ese tema pero, me topé con que, en una especie de meme premiador, Bugman había sido distinguido con el "Premio Blog Solidario" y que él, a su vez, en una manifestación plena de autarquía, nombraba a otros ocho premiados, entre ellos a Pos-t-Regio, o sea, Donbeto, o sea, la porción de mi que elucubra e ineractúa cicateramente por acá. Bugman escribió:
"2)POST-T-REGIOEntre otras cosas Donbeto analiza con profundidad los valores de la cultura e identidad mexicanas, tema expuesto en una serie de artículos de impecable factura. Incluso las anécdotas aparentemente triviales se prestan a una segunda y tercera lectura, todo envuelto en una escritura no desprovista de elegancia y con un admirable uso del vocabulario (Donbeto me asigna esas cualidades tan luego a mí, en un caso claro de lo que los psicólogos llaman transferencia). Por supuesto, de la tierra de los aztecas proviene este blogger, que además es un habitual comentarista de esos que engalanan cualquier tontería que yo escribo con una intervención meditada y jugosa."

Hoy pude ver en detalle dos de los otros sitios que Bugman distingue:


y



En verdad, creo que mis halagos pudieron haber alterado la capacidad del premiador para evaluar mi parroquial y muy localista espacio.

Pero, como el único premio que había obtenido hasta ahora fué en una Kermess y era algo muy parecido a esto: Sin ninguna consideración ni solidaridad he decidido tomar el Premio Solidario y aferrado a él empiezo a correr rumbo al monte.
Mañana iré al Nacional Monte de Piedad
A'i se ven.

domingo, agosto 26, 2007

ME GUSTA MÁS

Mi esposa y yo, viejos ahora, tenemos una relación especial con "habanera" cantada por María Callas.
El nuestro no fué un noviazgo tranquilo, no.

Podríamos decir que estuvo altamente teñido de pasiones tanto amorosas como enfermizas. Alejamientos y reencuentros.
Pero ambos sabíamos que estábamos indisolublemente amarrados . Para pelear ó para gozarnos; para enternecernos en esa partecita del amor platónico en que podíamos estar juntos viendo cualquier cosa, conversando enternecidos ó para sexualizarnos inconteniblemente, ó para hacer grandes las que ahora, a la distancia, parecen nimias deslealtades.
Un día apareció "habanera". Su padre, extranjero, es un aficionado extremo de la ópera. Mi auto (una verdadera carcacha) entro en complicidad con esas redes del destino que parecieran hechas para hacer coincidir sentimientos, vivencias, pasiones y arte. Se descompuso.
Ya teníamos entradas para el cine y el buen tipo (mi suegro) ofreció en préstamo su vehículo. Para variar mi novia se había retrasado arreglándose alguna de las uñas ó acomodándose minuciosamente un mechón de pelo. Ya nos conocíamos muy bien y ella no era -ni es- mujer dócil, captó mi enojo y sacó el suyo.

Subimos al carro prestado enfurruñados, aplastados cada uno contra la respectiva puerta para aumentar la mayor cantidad posible de centímetros entre nosotros. Silencio y evasión de miradas y yo, yo manejando como energúmeno -me arrepiento ahora de tanta pendejez pero así reaccionaba-
Ella oprimió el "play" del estéreo y entre ese chirridito que tenía el sistema de casete (los suficientemente viejos recordarán el sistema) empezó la voz de la Callas:
L'amour est un oiseau rebelle (El amor es un pájaro rebelde) Que nul ne peut apprivoiser, (Que nada puede moderar), Et c'est bien en vain qu'on l'appelle, (Y es simplemente vano apelarlo), S'il lui convient de refuser. (Si le es conveniente rehusar).

Juro que la música y la voz con inflexiones altas y bajas movieron, nuestras miradas hasta hacerlas encontrarse, exorcizado el enojo.
Es un misterio como de pronto se conjugaron pasiones, amor y coraje con un trozo espectacular de arte, sobre todo porque la única palabra de francés que yo conocía era "Renault". La Callas nos conjugó, nos sintetizó y a mi me electrizó. Bajé la velocidad, y le pedí a I que repitiera la canción y me tradujera. No lo pudo hacer porque tampoco sabía francés pero, expuesta desde su infancia me hizo una especie de sinopsis temática.

Aunque no entendía nada sabía, de alguna manera, que la voz rica, con cierta brusquedad y picardía cantaba algo que nos concernía a los dos.
Quienes hayan leído mi estrecha conexión con "Time", de Pink Floyd, recordarán que cuando me pasa, busco aumentar (o quitar) mi ligadura con la pieza de que se trate, entendiendo la letra.
Me obsesioné con "habanera", conseguí discos y casetes. conseguí la letra y me día a la tarea de traducir palabra por palabra. Me gustó aún más con el lenguaje descifrado.
Hasta la fecha me hace vibrar. Cuando la escucho a solas me estremezco y cuando la escuchamos juntos se apaga el temblor y el estremecimiento en el abrazo estrecho con I.

Encontré -hace un mes aprox- la versión con video y, para suavizar y exorcisar rabias, enojos y dolor que algún difícil imprevisto nos causa, pongo en marcha a la Callas.
Ninguno de los dos podemos evitar cantar el estribillo:
L'amour, l'amour, l'amour, l'amour
A cualquiera que nos oyera le parecería cacofonía digna de penalización.
Nuestros hijos se burlan de nuestras voces.
Pero I y yo sentimos algo cósmico.


Nota: es una "güeva" escucharla con los "atorones" de la "downloadeada".




HABANERA



sábado, septiembre 15, 2007

EFEMÉRIDE: MUERTE DE MARÍA CALLAS
Hace 30 años, en su departamento de París, al parecer plácidamente, murió la Callas, prima entre las primadonnas. Por la influencia de su voz en una parte importantísima de mi vida, repito mi homenaje.
HABANERA
L'amour est un oiseau rebelle (El amor es un pájaro rebelde)
Que nul ne peut apprivoiser, (Que nada puede moderar,)
Et c'est bien en vain qu'on l'appelle, (Y es simplemente vano apelarlo,)
S'il lui convient de refuser. (Si le es conveniente rehusar.)
Rien n'y fait, menace ou prière, (Nada funciona, amenaza ó ruego,)
L'un parle bien, l'autre se tait; ( Uno habla, el otro se aquieta;)
Et c'est l'autre que je préfère (Y es al otro al que prefiero)
Il n'a rien dit; mais il me plaît. (El no dice nada, mas me complace.)
L'amour! L'amour! L'amour! L'amour! ( ¡El amor! ¡El amor! ¡El amor! ¡El amor!
L'amour est enfant de Bohême, ( El amor es niño de Bohemia,)
Il n'a jamais, jamais connu de loi, (Que nunca, nunca supo de leyes,)
Si tu ne m'aime pas, je t'aime, (Si no me amas, te amo)
Si je t'aime, prend garde à toi! (Si te amo, ¡pónte en guardia!)
Si tu ne m'aime pas, (Si no me amas,)
Si tu ne m'aime pas, je t'aime! (Si no me amas. ¡te amo!)
Mais, si je t'aime, (Pero, si te amo)
Si je t'aime, prend garde à toi! (Si te amo, ¡pónte en guardia!)
L'oiseau que tu croyais surprendre ( El pájaro que crees sorprender)
Battit de l'aile et s'envola; (Bate las alas y vuela;)
L'amour est loin, tu peux l'attendre; ( El amor se aleja, tienes que esperarlo,)
Tu ne l'attend plus, il est là! (Y si no lo esperas mas, ¡ahí está!)
Tout autour de toi vite, vite, ( Todo alrededor de ti, rápido, rápido,)
Il vient, s'en va, puis il revient! (Viene, se va, ¡mas vuelve!)
Tu crois le tenir, il t'évite; (Crees atraparlo y te evita)
Tu crois l'éviter, il te tient! (Crees evitarlo y te atrapa! )
El amor, El amor, El amor, !El amor!L'amour, l'amour, l'amour, l'amour!
L'amour est enfant de Bohême, El amor es niño de Bohemia,
Il n'a jamais, jamais connu de loi, Que nunca, nunca supo de leyes,
Si tu ne m'aime pas, je t'aime, Si no me amas, te amo
Si je t'aime, prend garde à toi! Si te amo, ¡pónte en guardia!
Si tu ne m'aime pas, Si no me amas,
Si tu ne m'aime pas, je t'aime! Si no me amas. ¡te amo!
Mais, si je t'aime, Pero, si te amo
Si je t'aime, prend garde à toi! Si te amo, ¡pónte en guardia!

Publicado por Donbeto en 06:38 PM 0 comentarios

jueves, agosto 23, 2007

MENTE FASCISTOIDE: BORRAMIENTO DE SIMILITUDES ENTRE "NOSOTROS" Y "ELLOS"

El estado mental fascistoide, tanto en el individuo como en el grupo en que se instale, tiene una necesidad orgánica, es decir, indispensable, de tener un enemigo claramente identificado.
Esto es absolutamente necesario porque ese estado mental requiere creer con total certidumbre en la superioridad y pureza de sus postulados ideológicos y, como eso es imposible tanto intra como inter mentalmente se requiere, necesariamente, de otra persona ó grupo en el que se puedan depositar las inconsistencias y defectos que, desde dentro contradicen la visión sobresimplificada de sí mismos.
Como el enemigo no puede ser analizado objetivamente ya que es percibido en función a la proyección de las propias características, las referencias a él y sus descripciones suelen ser paradójicas y contradictorias: El enemigo es tanto un ser infrahumano como superhumano; es despreciable por ser débil pero, contradictoriamente, también se le puede describir como sumamente peligroso. Es un cúmulo de defectos morales pero tiene la enorme capacidad de contagiar a los puros.
Para poder sostener el extremo maniqueísmo, la mente “enfascistada” requiere no solo expulsar sino eliminar todo germen de duda y por ello el miedo y la paranoia le son consubstanciales. En el grupo los más puros se constituyen en vigilantes y controladores de la “virtud” de todos los correligionarios.
El estado mental fascistoide también requiere hacer una tajante separación y ruptura de vínculos con la otredad enemiga y, en cuanto le sea posible, recurrirá a la violencia y la crueldad físicas, pudiendo llegar al asesinato. Todo ello es justificado en un “Nuevo Orden” que incluye la perversión de la moral para poner por encima de cualquier derecho humano, la obligación fascistoide de “limpiar” de impurezas sus dominios.

lunes, agosto 20, 2007

MACHO

En mis vacaciones pude captar a este individuo.
Aunque ignoro si éste, en lo particular, comparte la fama de sus congéneres, la especie completa tiene fama de ser muy libidinal y de pensar casi exclusivamente en comer y coger. Sexúan con hembras de su especie pero si las circunstancias lo favorecen son capaces de cogernos a todos.
Al frente de la foto también se puede ver un chivo.
(Pica en la imágen para que aprecies al espécimen)


ESTADOS MENTALES FASCISTOIDES

Mientras elaboro (¿pergeño?) el Tercer marcador de identidad nacional, lo que ocurrirá cuando me desembarace de obligaciones que van desde lo mas sublime hasta lo mas atorrante de las actividades humanas, pondré aquí breves y consecutivas consideraciones sobre uno de los peligros más empobrecedores del individuo y la sociedad: la estructura fascistoide.
Hace años Luis Buñuel escribió que México estaba a salvo del fascismo gracias a que la corrupción generalizada evitaba la instalación de una ideología sólida compartida por una masa grande de población. Como también lo creo, he decidido llamar "fascistoide" al estado mental sincrético, intolerante, agresivo y de "todo ó nada" que, en las condiciones políticas actuales del país TODOS podemos portar.
Iniciaré con una cita de Sigmund Shlomo Freud sacada de su trabajo "El porvenir de una ilusión"
publicado en 1927:
"Una indagación que avanza impetérrita como un monólogo no deja de entrañar sus peligros. Uno cede demasiado fácilmente a la tentación de apartar las ideas que se oponen a nuestro proceso a cambio de lo cual sobreviene un sentimiento de inseguridad que a la postre se pretende acallar mostrándose excesivamente terminante".

Es relativamente fácil identificar los síntomas fascistoides...iré describiendo de uno por vez

jueves, agosto 16, 2007

SEGUNDO MARCADOR DE IDENTIDAD MEXICANA: INDEPENDENCIA

Freud (1896), tempranamente, ya había notado que lo mantenido defensivamente fuera de la conciencia, bajo situaciones de estrés individual, hace un “retorno” sintomático, “el retorno de lo reprimido”, le llamaba él.
En las sociedades aquello que se rechaza pero que está vigente en el arquetipo colectivo, encuentra caminos para resurgir con fuerza en una reedición del antiguo paradigma indeseable.


En 1810 España se había derrumbado y se le había impuesto como rey al alcohólico hermano de Napoleón: el “Rey Pepe Botella”. Desintegrada la autoridad central tradicional, en México –y en gran parte del imperio- empezó la lucha por la independencia pero, absolutamente contaminada con el retorno de lo escindido, de lo negado y proyectado, en este caso, el profundísimo odio de clases objetivado en artificiosas clasificaciones étnicas.

Arrastrando el sincretismo previo, fue imposible crear una sociedad plural conciente de sus Otredades y se perdió la posibilidad de crear un sistema civil de gobierno. Bajo el comando de un cura criollo enamoradizo que tenía ya varios hijos y con la potente imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, el Padre Hidalgo inició la lucha con un grito ominoso: “¡Vamos a coger gachupines!”. No me detendré por ahora en analizar el uso ambiguo que desde antes ya tenía la palabra “coger” ni tampoco en el implícito conflicto personal que para Hidalgo tenía el querer “chingar” españoles cuando en su genealogía directa los había. Solo señalaré el retorno de lo escindido, el retorno del primer marcador paterno: Cortés solo podía tener hijos mestizos fuera del matrimonio. En ese tiempo la palabra acalambradora para muchos mexicanos era “Hijo Bastardo”.
El segundo gran paternaje de la identidad socio-cultural mexicana fue igual. Hidalgo, por su condición eclesiástica, no podía casarse y, aunque fue evidente que podía tener hijos, estos sólo podían ser bastardos. Una reedición pero, lamentablemente, empobrecida. Con mayores dosis de negación, proyección y escisión que la primera y, por lo tanto, sin posibilidades de diseñar creativamente una Nueva Sociedad.
El Padre de la Patria no se atrevió a ser Padre de Familia en una familia nuclear. Los hijos de estos hombres, históricamente en nuestra sociedad son entrenados para llamar “Padrino” a sus padres. En pro de la congruencia Hidalgo debiera ser distinguido con el título de “Padrino de la Patria”. (mmmh...me encantaría)

La cruenta guerra ratificó y profundizó la escisión entre las diversas otredades al poner por encima de cualquier aspiración individual, el dominio de la Iglesia Católica y de sus sacerdotes, dueños ya de la espiritualidad y de la economía mexicanas.

El México naciente en esas condiciones solo podía producir caudillos para gobernarlo. El más conocido, fue Antonio López de Santana situado en el imaginario colectivo a nivel del otro mito de traición, el de La Malinche. Mujeriego, egocéntrico en grado superlativo, muy nacionalista - mexicanista digamos-, jugador compulsivo, alburero, déspota e irresponsable, Santana fue la pantalla proyectiva perfecta para atribuirle la pérdida de la mitad del territorio que había sido la Nueva España.
En aquel contexto, sin embargo, ningún mexicano que gobernara lo hubiera podido evitar. Cada tragedia, cuando es bien elaborada, analizada y sentida es una oportunidad para confrontarnos con el papel que jugamos en ella y con nuestras características negativas. Esto ocurre tanto en el plano indivuidual como en el social y, cuando se consigue ese proceso se avanza en la evolución hacia etapas más maduras.
El logro solo puede ser a través de la conciencia y de la elaboración ardua y dolorosa de nuestra relación con la Otredad, ya sea ésta la relación con un poder mayor al nuestro, ya sea la que se da con otredades más débiles, con la pareja, con los padres, los hijos, los extranjeros, los derrotados ó los vencedores pero... seguimos pensando que Santana vendió territorio y que los pérfidos gringos nos hicieron trampa... por supuesto que es cierto, pero hay mucho más que nos concierne y nos asigna responsabilidad que no queremos conocer.

miércoles, agosto 15, 2007

MOTIVACIÓN: CULTURA MEXICANA ¿Ó NO?

Me apasiona nuestra cultura. Debo confesar que en relación a ella soy muy mexicano: la amo y la detesto; le soy infiel pero nunca la abandono y basta que perciba el mínimo de los ataques para que salga en defensa apasionada de muchas de nuestras características ó, muchas veces, cuando la argumentación se me difumina, descalifique rotundamente al “agresor”.
La comunicación de mis ideas en este medio –bloguero- me ha resultado apasionante y enriquecedora porque se han podido manifestar desacuerdos, apuntes y opiniones divergentes entre personajes que lo único que compartimos en la vida es leernos unos a otros y por lo tanto, disminuye la posibilidad de falseo por intereses económicos, políticos ó sexuales.
El punto epistémico que más me ha obligado a repensar es el señalamiento de que mis especulaciones sobre nuestra cultura pudieran estar viciadas de origen: los fenómenos que describo como mexicanos pudieran ser universales y cedo a la evidencia…parcialmente.
¡Qué paradoja!, ahora afirmo que los mexicanos compartimos el bagaje de la humanidad y por lo tanto no somos diferentes a nadie pero sigo sosteniendo que, de alguna manera, hemos desarrollado técnicas específicas que niegan nuestra pertenencia al gran género universal lo que, he ahí la paradoja, termina distinguiéndonos como diferentes a las demás culturas.
Esas “técnicas específicas”, su identificación, probable origen y mecanismos de perpetuación siguen siendo el objeto de mi interés. Si no fueran específicas sino rastreables en todas ó algunas otras culturas pues…me daría mucho gusto haberlas descrito y estudiado.
Mucho más grave para mi autoconcepto sería que no existan los fenómenos que pretendo estudiar y, en ese caso, si mis conjeturas fueran una falacia completa, el mío sería un ejercicio de futilidad….ya veré.
Si observamos cuidadosamente podremos advertir que en muchas de nuestras interacciones predominan por mucho los dichos sobre los hechos. Huimos del rigor y de la exactitud en la argumentación hasta niveles exasperantes, muchas veces con un torrente de palabras y conceptos que todos, emisores y receptores recibimos con un placer apenas disfrazado ya que permiten hacer una cortina de humo sobre lo esencial.
Pero no nos vayamos con la finta: lo esencial temido inicialmente es aquello que potencialmente pondrá en evidencia fallas, defectos o debilidades. Tememos que la explicitación de todo ello ponga en marcha agresiones incontenibles dada nuestra enorme susceptibilidad y la gran facilidad con que nos sentimos heridos.
Buscamos intensa y esforzadamente que nada pueda chocar a nuestros sentidos ni a nuestros sentimientos pero, por supuesto que no lo conseguimos y, parafraseando a Freud, en un “retorno reformulado de lo agresivo” se alimenta la desconfianza cuasi paranoide entre los involucrados en la interacción poniendo en marcha una hermenéutica interpretativa con la que se buscan claves sutiles para ubicar los dichos de la otredad en dos apartados básicos: conmigo o contra mi
Una peculiaridad frecuentemente encontrada en las relaciones interpersonales mexicanas es el imperio de “Las Formas”. Recordemos la frase quizá más conocida del difunto, culto y brillante ideólogo del sistema priísta, Jesús Reyes Heroles: “En política mexicana la forma es fondo”…yo me atrevería a extender el concepto a todas las interacciones mexicanas.
Un estricto código no explicitado pone por encima de cualquier contenido el marco en el que, eventualmente, se tratará algún asunto. La forma es una creación de la cultura que protege del surgimiento de impulsos. El problema mexicano de la forma ocurre porque la forma, el marco, está diseñada para eludir los contenidos, y no, como es deseable, para expresar los contenidos indeseables en forma civilizada.
Así se puede explicar como una pareja en la polaridad conyugal o en la polaridad de amantazgo pueden haber estado teniendo tensiones desgastantes durante muchos años sin haber hablado jamás del asunto central: la explicitación de hechos como, por ejemplo, una clara delimitación de la situación, el develamiento de emociones y la clara definición de las reglas de las relaciones de pareja.
Es importante insistir en términos de la díada Yo - Otredad: para que la forma adquiera el tinte epistemofóbico mexicano no basta con que una de las partes quiera eludir una verdad, es absolutamente imprescindible que la otra parte, a pesar de sus manifestaciones en sentido contrario, tampoco quiera realmente conocerla.
En el fondo, el mas grande temor que he encontrado, en una y otra de las partes, es el temor a que la verdad conduzca a la pérdida de la relación y, en planos mas profundos, esta evasión laboriosa, dedicada y esforzada que, por lo mismo, contradice la explicación facilona de que se trata de flojera o aversión al esfuerzo, la encuentro más en la línea de reactivación de emociones primitivas: la aproximación de lo bueno y lo malo en el contexto de fuertes contenidos agresivos instaurados por alteraciones o traumatizaciones tempranas se teme intensamente porque se anticipa que todo se destruya.
La pérdida de la relación se fantasea como una catástrofe potencial, a la manera de perder a la madre ó al padre en la infancia y, por tanto, se debe evitar a toda costa idependientemente de que la calidad en la relación de pareja sea paupérrima.
Le teme la (el) “engañada (o)” y el (la) “engañador (a)”. Los efectos son terribles porque el mecanismo no neutraliza la agresión y porque finalmente ataca a la capacidad de pensar las realidades. Me he preguntado y tratado de responder hasta que grado esta estrategia usada para eludir realidades en las relaciones de pareja se ha instalado como rasgo cultural y, por lo tanto, ha invadido todas las áreas de la vida social, patéticamente evidente en nuestra manera de impartir justicia, con un barroquismo y una prolijidad formal que nos muestra procesos de juicio o resultados de juicio verdaderamente caricaturescos que serían risibles si no fueran patéticos.
¿De dónde puede provenir el núcleo aterrorizante a la ruptura de una relación? ¿cómo explicar la profundidad en el rechazo de la razón?
El problema de lo propio y de lo ajeno, la percepción y tratamiento de lo otro y la alteridad pueden ser un excelente hilo conductor si se pretende hacer una conexión entre las manifestaciones culturales de esos problemas o su interpretación como rasgos identitarios de las sociedades hasta un enfoque que vaya a las unidades básicas de transmisión de cultura y de modelos normativos para tratar con lo diverso, esto es, el grupo primario.
El grupo primario determina en gran medida la forma en que los individuos encararán inevitablemente la diferencia entre Yo - no Yo; entre Mío – Ajeno; la diferencia entre Mayores – Menores; entre Nosotros – Ellos; entre Madre – Padre y finalmente las mas sutiles diferencias entre los iguales generacionales.
Es extraordinariamente difícil aprehender las distintas variables que interactúan en un sistema vivo, porque son muchas, porque muchas son subjetivas y porque nunca son estáticas: estan en continuo movimiento, de tal modo que, como decían los griegos, nunca nos bañamos en el mismo río.
Como nunca podemos aislar variables en procesos de intersubjetividad y además, porque es muy probable que no conozcamos muchas de ellas, estoy convencido de que no podemos ni siquiera llegar a formular hipótesis....solo conjeturas.
Desde la fuente psicoanalítica mezclada con alguna visión socio-antropológica es posible conjeturar o rescatar algunas explicaciones etiológicas.
Desde sus primeros tiempos el psicoanálisis postuló la importancia de las primeras relaciones objetales como fundantes de estructuras y modelos relacionales y la evolución teórico-clínica del psicoanálisis junto con análisis epidemiológicos ha demostrado mas allá de toda duda la significación patogénica de los desequilibrios amor-agresión en el núcleo interactivo primario.
También ha postulado que las huellas de esas primeras relaciones tienen una influencia determinante en la elección de parejas sexuales y/o amorosas. Menos aceptado por muchos, sobre todo en el giro “cognocitivo” resulta la conceptualización freudiana de la transmisión inconciente de rasgos culturales específicos en un locus que va registrando transgeneracionalmente ideales que marcan como se debe ser o llegar a ser en relación a los otros, a los débiles y a los fuertes. Sabemos que esos ideales pueden ser de valencias positivas, negativas o, incluso, perversas.
Problemas de identificación con el padre que pudiera especularse -creo que no tan locamente-, que se remontan hasta los eventos de la conquista del mexico indígena con el muy sorprendente y, en el mundo, casi único mestizaje. Los mestizos mexicanos que, desde un punto de vista psicológico somos casi todos los habitantes de este país (independientemente del tono de la piel) hemos ido heredando un estereotipo identitario espurio en la post-conquista, reforzado durante la guerra de independencia, reforzado de nuevo en nuestra traumática relación con los estadounidenses, puesto a prueba en la anárquica guerra revolucionaria y mantenido por las estructuras de poder hegemónico hasta hace poco, esta es, una identidad indigenista espuria que resiste la integración de la otra gran vertiente identificatoria: la paterna, dura, ausente, lejana, europea.
Una sociedad mestiza como la nuestra (no me refiero al color sino a la cultura) tiene un potencial enorme precisamente porque tenemos Otredades variadísimas metidas indeleblemente en nuestro ser. Pero, –es mi tesis aquí- las rechazamos a todas.

Aunque nos encanta sentirnos descendientes de los aztecas y decírselo arrogante y desafiantemente al mundo y actuamos “Como-Si” fuéramos aztecas; y ponemos estatuas de Cuahutémoc por todos lados, en realidad nos desmentimos y rechazamos esa Otredad cada vez que atacamos el orden, la disciplina y, sobre todo, esa supeditación férrea de los intereses individuales a los comunitarios que ellos practicaban.
Mantenemos la crueldad y la dominación menospreciante de los (as) mas débiles (sean niños, mujeres, deficientes mentales, animales o minorías). Creo que la rechazamos porque en el inconsciente es una representación femenina.
La Otredad europea – creo que en el inconciente es masculina- también es culturalmente rechazada. A nadie se le ocurriría hacerle una estatua a Cortés y menos una estatua en la que estén sus mujeres. Nuestro ser tiene mucho de Cortés y sus sucesores: tenemos el lenguaje, muchas costumbres, el soborno, la astucia, el amiguismo, lo despiadado y el deseo de enriquecimiento pero resistimos aquello que lo hizo vencedor: comprensión de la otredad y los principios de eficacia y rendimiento.
Y bien, al parecer he hecho una manifestación de fe. He tenido la pretensión de resumir mis conjeturas hasta el escrito sobre “Primer marcador de identidad mexicana” (la última porción de este escrito). Ya tengo pensado y medio escrito el “Segundo marcador de identidad mexicana”, Espero ponerlo en dos ó tres días.

EFEMÉRIDE

El 13 de Agosto de 1521 cae Tenochtitlan, la actual Ciudad de México, después de un largo sitio y asedio por las fuerzas de Hernán Cortés (españoles y tlaxcaltecas).
El último Emperador Náhuatl, Cuauhtémoc, es capturado cuando trata de huir a través del Lago de texcoco.