domingo, enero 20, 2008

RESCOLDOS DE LO LEÍDO EN VACACIONES...ODIO Y AMOR


Alguna vez había comentado sobre mi abrumación para elegir lecturas. Me pasa ante la enorme cantidad de libros que me gustaría leer. Me pasa también ante la enorme cantidad de sitios interesantes en la mayestática “Red”. Uno de mis métodos para decidir comprar libros es esperar que alguna asociación de revisores premie la obra de un escritor. Entonces compro su obra premiada.
En Noviembre del año pasado me enteré que una de las instituciones premiadoras a las que pongo atención, la de los premios “Príncipe de Asturias” le otorgó el de literatura a Amos Oz. Pues bien, al proveerme de libros para mi retiro vacacional en la librería Ghandi (Suc. Monterrey), encontré “Contra el fanatismo”, de Oz, editado en España, por Siruela (2003) y traducido por Daniel Sarasola.
Es un libro si se juzga por el tamaño, chiquito, pero me impresionó favorablemente por la ecuanimidad y profundidad que consigue el autor, judío, para analizar el fenómeno del fanatismo. Es que él mismo confiesa haber estado inmerso en la miopía del fenómeno al haber nacido y haberse criado en Jerusalem, Capital Mundial del Fanatismo.
La lectura me hizo evocar a Humberto Eco (de quien, por cierto, leí su ultima obra “A paso de cangrejo” que despues comentaré) y su ensayo sobre “Ur Fascismo”, el cual plasmé prolijamente como una serie de entregas hace tiempo, aquí mismo.
Las ideas centrales son comunes a ambos escritores…Veamos:

1.-“ El fanatismo es màs viejo que el islam, que el cristianismo, que el judaìsmo. Màs viejo que cualquier ideologìa o credo del mundo. Desgraciadamente, el fanatismo es un componente siempre presente en la naturaleza humana: un gen del mal”

2.- “Hay un transtorno mental muy arraigado, una reconocida enfermedad mental llamada "sìndrome de Jerusalèn": la gente llega, inhala el nìtido y maravilloso aire de la montaña y, de pronto, se inflama y prende fuego a una mezquita, a una iglesia, o a una sinagoga. O si no, se quita la ropa, trepa a una roca y comienza a profetizar”


3.- “…para empezar –a combatir el fanatismo- hay que diagnosticar el mal. Esto es lo más fácil, basta con saber identificar la naturaleza del fanático, que surge, según Amos, “al adoptar una actitud de superioridad moral que impide llegar a un acuerdo”, y que le lleva a desear cambiar a los demás.

4.-“… los fanáticos creen que el fin, cualquier fin, justifica los medios, que la justicia es más importante que la vida. Y de esa forma se establece una lucha feroz entre fanatismo y pluralismo”.
Según Oz, los fanáticos “odian cambiar y no pueden concebir el cambio, a pesar de que siempre quieran cambiarle a uno”. Así es que la esencia del fanatismo reside en el deseo de obligar a los demás a cambiar.

5.- Pero la siguiente reflexión de Oz es la que nos podría permitir hacer conexión con un fanático, es lo que, eventualmente, puede impedir que nos destruyamos en una batalla desintegradota, a muerte, entre fanáticos de uno u otro signo, va: “El fanático es una criatura de lo más generosa. El fanático es un gran altruista. A menudo, está más interesado en los demás que en sí mismo. Quiere salvar tu alma, redimirte. Liberarte del pecado, del error, de fumar. Liberarte de tu fe o de tu carencia de fe. Quiere mejorar tus hábitos alimenticios, lograr que dejes de beber o de votar. El fanático se desvive por uno”


6.-.- El fanatismo está reñido – dice Oz- con los valores de la sociedad occidental: pluralismo, democracia, libertad de opinión y liberación femenina. Los fanáticos viven en un mundo irreal y excluyente, su propio mundo, al que pretenden que todos se ajusten. Amos Oz alerta de que hay mucho fanático anti-fanático.

7.- ¿Recuerdan el aserto de Eco en relación a que los fascistas se toman demasiado en serio?
Amos Oz coincide: “El sentido del humor es un gran remedio. Jamás he visto en mi vida a un fanático con sentido del humor”

8.- Otro remedio es el de la empatía usando la imaginación de tal forma que “puestos en la piel del otro” seamos capaces de entender sus odios, temores y rabia para poder, así, entender las motivaciones y circunstancias del “enemigo”.

9.- El otro “remedio”, dice Oz, es leer. Leer las novelas provenientes de quienes no comprendemos porque en ellas, en sus personajes, podemos identificarnos a nosotros mismos haciendo puentes entre nuestra humanidad y la del otro.

Buscaré algo más en la Red sobre Amos Oz…me parece un personaje potencialmente enriquecedor…luego les cuento.


Seguiré

8 comentarios:

Garfio dijo...

He de decir que el punto 5 me parece muy ilustrativo a la par que tremendamente preocupante. Me explico: ante una persona altruista, es fácil dejarse llevar por los cantos de sirena. La pregunta que me hago es, una vez en la red del fanático ¿me convertiría en fanático o me limitaría a seguirle ciegamente? ¿O es lo mismo?

Donbeto dijo...

¡Carajo! que interesante posibilidad comentas, Capitán.
Mira que profundo narcisismo impidió a Oz y a mi mismo advertir la posibilidad de que el altruismo del fanático pudiera hacerme su correligionario ó su seguidor.
Ocurre una patología, afortunadamente no muy frecuente, que todavía conserva el nombre francés porque fué allá donde primero la describieron y diagnosticaron: "Folie a deux", "locura de dos". Una pareja, no necesariamente cónyuges, se constituye entre un individuo fuerte, tenaz, paranoide, dominante y otro inseguro, frágil, asustado ante la vida, buscador(a) de guía. Resulta interesante que el sistema delirante del primero llega a ser absolutamente portado por el segundo.
De pronto es lo que evoqué con la posibilidad que planteas: patología del seguidor que acríticamente se adhiere al fanático. No se me ocurre otra vacuna que la de la reflexión y el pensamiento crítico.
Pero...como señala Freud en la carta que recién transcribí, las emociones pueden predominar sobre el intelecto con relativa facilidad.
México tiene una enorme cantidad de gente educada, profesionistas -además de "pueblo llano" que simpatiza, según mi opinión, con un personaje que estuvo a punto de llegar a la presidencia de la República y que -es lo qe yo creo- personifica muchas de las tendencias fanaticoides.
Aunque creo que la voz de la razón es mucho menos audible que los gritos de los impulsos creo, tambien, que es mucho mas persistente y que, si no se le mata -cuando los fanáticos toman el poder- finalmente puede imponerse.
Hay que repasar los síntomas de fanatismo (y sus derivados) para alimentar ´la capacidad analítica....
¡cómo ves, querido Capitán?

TheJab dijo...

Sígale, que está bueno...

Donbeto dijo...

Amante de tu esposa (ojalá):
Me sorprendió, Joel, que complementes tu identidad...¿alguna razón especial?
Gracias por el comentario y estímulo
Abrazo hasta Juárez

Workaholica dijo...

Mi Doc :

Gracias por la ronda.... siempre la visita de mi doctor alegra el alma...

Ya regresaré a comentar de tu post porque lo intenté por la mañana pero las llamadas no me dejaron... y ahora estoy a punto de salir en calidad de chofer.... uno de mis múltiples roles.... jajajaja

Besos

Donbeto dijo...

Sentimiento compartido, Querida W.

TheJab dijo...

La razón: estoy próximo a cumplir 5 años de matrimonio, estoy entero y feliz con mi esposa.

Tal vez a mediados de febrero vuelva al acostumbrado 'thejab'.

Donbeto dijo...

Después de preguntarte acá visité tu espacio y pude notar que La Esposa de TheJab opina lo mismo que tú...
Los felicito por el amor